Sagrado mes de Ramadán
Alabado sea Dios, que prescribió EL AYUNO para sus siervos creyentes e hizo del mes de Ramadán una sana reflexión entre los sensatos para alcanzar la misericordia del señor de los Mundos.
Dice Dios, El Altísimo en el Sagrado Corán: “¡Oh creyentes!, os está prescripto el ayuno tal como fue prescripto a vuestros antepasados, para que le temáis”.
Ramadán es el mes en el cual el Generoso Corán ha sido revelado al Profeta (la paz sea con él y su descendencia) en forma completa.
En este mes no sólo se reveló el Corán, sino ta mbién las otras escrituras sagradas anteriores: Abraham (la paz sea con él) recibió la revelación la primera noche de Ramadán, la Torah se reveló en la sexta noche de Ramadán y el evangelio el 13 de Ramadán.
A diferencia de las otras sagradas escrituras, el Corán descendió del cielo a la tierra en la Noche del Destino de este sagrado mes.
Ramadán es una forma de ejercitar la manera correctade hablar, de mirar, de pensar y de suplicar a Dios.
Dijo el Imán Ya’afar As-Sadiq (la paz sea con él): “Cuando ayunes, entonces, que ayune tu oído, tu vista, tu piel, y todo lo que te pertenece. Tu día de ayuno no debe ser igual al resto de tus días.”
Educación y enseñanza a las mujeres en los comienzos del islam
La aparición del islam, además de crear un gran cambio a nivel social y normativo fue, además, un punto de partida histórico a nivel cultural, y una de sus manifestaciones más destacadas fue el cambio en la educación y enseñanza a las mujeres.
Un análisis del proceso del cambio en sus comienzos, puede esclarecer, suficientemente, el rol del islam, de su Mensajero y ta mbién de las enseñanzas religiosas en el surgimiento de este punto de partida.
Solamente, haciendo una breve comparación entre un número reducido de mujeres en la época preislámica y la gran cantidad de mujeres de la época posterior al surgimiento del islam, se puede mostrar la magnanimidad de este cambio. En este campo, podemos mencionar como ejemplo a los libros de biografía de los discípulos del Profeta del Islam y ta mbién a los libros que nos presentan los relatadores de hadices ya que estos mismos libros tienen una sección dedicada a las mujeres donde se exponen sus biografías, mencionando ta mbién hadices que son relatados directamente por el Profeta (la paz sea con él y su descendencia)
Como ejemplo, el octavo y último tomo de Muhammad Ibn Saad, (230 h.) titulado “Attabaqatul Kubra” es dedicado a las mujeres y en este ejemplar se desarrolla la biografía de 498 mujeres que vivieron en la época del Profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia) y han sido presentadas como “discípulas” del Profeta (la paz sea con él y su descendencia).
Luego, en el libro “Ma’rifatu Sahaba", escrito por Abu Na’im Isfahani (339-430 d. h), han sido nombradas 493 mujeres sahaba, o sea discípulas.
Este número, en el libro “Al Isti’ab fi ma’rifatil ashab, de Ibn Abdul Birri Qurtubí (368-463 d.h) es de 402 mujeres. Pero en menos de dos siglos, Ibn Asir Yazarí (555-630 d.h) en el libro “Usdul Gabah fi ma’rifati sahabah” logró obtener los nombres de 1022 mujeres discípulas.
Más tarde, en el libro “Al-Issabah fi tamiizi Sahabah” de Ibn Hayar Asqalaní, (774-852 d.h), encontramos nombres de 1550 mujeres que, aunque el escritor de este artículo no considera correcto decir que la mayoría de ellas fueron discípulas, la mención de sus nombres demuestra que éstas han entrado en cuestiones culturales en una época cercana a la época del profeta (la paz sea con él y su descendencia).
En la época contemporánea, un grupo de escritores ha recopilado libros de biografía de las discípulas, documentándose en fuentes antiguas. Entre ellos, podemos mencionar el libro de “Haiatu sahhabiat”, escrito por Jaled Abdurrahman al ‘akd, en dos tomos y ta mbién el libro “Mausú’atu haiati sahabiat”, escrito por Muhammad Sa’id Miad que nombra a 1524 discípulas.
Ta mbién Abdu Sabur Shahin ha recopilado dos tomos de libros bajo el título “Assahabiat, haula rasul”.
Podemos hacer ta mbién un análisis comparativo en otras dimensiones culturales como por ejemplo los libros de literatura de Abdu Amir Muhanna como “Mu’yamu Nisai shairat fil yahilia ual islam” ("Encilopedia de mujeres poetas en la época pre islámica e islámica"), que abarca la biografía de 504 mujeres poetas.
Otro libro, Ajbaru Nisa fi kitabel agani que abarca la biografía de 180 mujeres y “Ajbaru nisa fi ‘iqdil farid que abarca la biografía de 250 mujeres y otros libros.
Pero nuestro objetivo en este artículo es alcanzar algunos puntos respecto a temas de educación en la época del Profeta (la paz sea con él y su descendencia) luego hasta la finalización de la época de los discípulos. En este trabajo, es nuestra intención profundizar en tres categorías de la educación: materias, lugares y mujeres maestras.
Importancia de la Oración
En el Sagrado Corán, existen más de 122 aleyas relacionadas con la oración y la importancia de este mandato divino. Igualmente, las narraciones transmitidas por los Imames Infalibles (P) hacen el mismo hincapié en la oración. Hay narraciones que se refieren a la oración como la cabeza de la religión y hay otras narraciones que mencionan la oración entre los cinco pilares del Islam.
El Profeta del Islam (PBD) calificó la oración como la luz de sus propios ojos. Ta mbién, en otra narración comparó la oración con una compañera; quien endulza al hombre cualquier problema y dificultad.
Según las narraciones, la oración es la luz de los ojos, la cual dirige al hombre para encontrar el camino correcto. La oración es la balanza de las obras, por la cual se evalúan todos los hechos del hombre.
No solo el Profeta del Islam (PBD), sino ta mbién los Profetas anteriores (P) recomendaban a sus pueblos realizar la oración. Fue por causa de la oración que el Profeta Abraham (P) dejó a su esposa y a su infante en el desierto seco, y al mismo tiempo, pidió a Dios: “¡Señor mío! ¡Haz que yo y mis descendientes seamos de los que hacen la oración! ¡Señor nuestro! ¡Acepta mi súplica!”.
¡Que bendiciones tiene la oración! Por cierto, que el Profeta Jesús (P) dice: “Y me ha bendecido dondequiera que yo esté y me ha encomendado la oración y el pago del Azaque mientras viva”.
Igualmente, al Profeta Moisés (P) le fue ordenado realizar la oración; ya que Dios le dijo al inicio de su misión profética: “¡Adórame y haz la oración en recuerdo Mío!”.
Ta mbién, leemos en el Corán que Luqman aconsejaba a su hijo a que realizase la oración: “¡Oh, hijito mío! ¡Haz la oración y ordena lo que es bueno, prohíbe lo que es malo!”.
Según el Corán, la oración ha sido prescrita a los creyentes para ser realizada en horarios específicos, para que se beneficien de esta fuente de bendición y alcancen la proximidad de Dios.
La Utopía verdadera bajo la luz del gobierno del Imam Mahdi (P)
En conclusión se puede afirmar que la comunidad establecida por el Imam Mahdi (P) será el propósito deseado de todos los planes prácticos y las estrategias económicas de la historia humana para garantizar el bienestar del ser humano. Muchas estrategias han sido ejecutadas en las sociedades humanas para mejorar la situación de las sociedades en las épocas previas a la manifestación del Imam (P). Pero la pregunta es, ¿han logrado estas estrategias establecer la justicia por lo menos en la milésima parte de la sociedad humana? ¿Podrían incluso garantizar el bienestar de una sola ciudad de acuerdo con este plan? Si bien todavía somos testigos de la opresión, la violación y los abusos en todos el mundo y especialmente en el occidente y Europa donde la primera y segunda guerra mundial han matado a millones, dejando decenas de millones heridos.
Somos testigos de que día a día las superpotencias están creciendo, y su distancia de los pobres está aumentando; más de mil millones de personas duermen con hambre cada noche; y las cárceles están llenas de personas inocentes. Mientras que los países así llamados “desarrollados” todavía están aprovechando y explotando a los pueblos del mundo.
Aún debemos continuar esperando el día en que las nubes se despejen por completo y las luces de la guía brillen sobre el mundo oscuro, todos esperamos la llegada del Imam Mahdi (P) y es como si la mañana estuviera cerca”.
La Justicia económica y bienestar público en el gobierno del Imam Mahdi (P)
Ciertamente, la pobreza y los problemas económicos no solo causan daños a la dignidad humana, sino que es probable que los lleven bajo el dominio de los colonialistas y arrogantes.
En el gobierno del Imam Mahdi (P), el Imam (P) distribuye la riqueza del mundo de manera justa, por lo que no se encontrará ningún necesitado en todo el mundo. Le otorga a todos sus derechos respectivos y no dejará ninguna ruina en la tierra.
En una narración del Profeta (PBD), la paz sea con él y su familia, leemos: “La tierra expone sus tesoros al Imam Mahdi (P) y el Imam (P) distribuye abundantes riquezas entre la gente”.
Y en otra narración del Profeta (PBD), leemos: “En los tiempos del Imam Mahdi (P), mi comunidad goza de tal riqueza que nunca había tenido, El cielo lloverá sobre ellos, y no habrá ninguna planta a menos que la tierra la haga brotar.”
Por supuesto, junto con este objetivo, debe tenerse en cuenta que la prosperidad y la comodidad son deseables en la medida en que no causen descuido hacia Dios. En el Sagrado Corán leemos: “Si Dios les hubiera dado a Sus siervos un sustento sin límites, se habrían extralimitado en la Tierra; pero les concede en la justa medida . Él lo sabe todo y lo ve todo. ” Esto indica que la expansión del sustento de manera que cause negligencia y rebelión dará lugar al extravío del ser humano.