Súplicas del día 24 de Ramadán
al-lâhumma innî as’aluka fîhi mâ iurdîka ua a’ûdhu bika mimmâ iu’dhîka ua as’aluka-t taufîqa fîhi li’an utî’aka ua lâ a‘sîka iâ ÿauâda-s sâ’ilîn
¡Oh, Dios mío, te pido en este día todo lo que Te satisface y me refugio en Ti, de todo aquello que Te moleste, y te pido éxito en este día para obedecerte y no contradecirte! ¡Oh, Bondadoso con los suplicantes! [1]
Entre los más importantes puntos de la súplica del vigésimo cuarto día del mes de Ramadán se encuentran los siguientes:
La satisfacción divina.
La ira de Dios.
La obediencia a Dios, a los profetas y a los Imames (P)
La satisfacción divina, el mejor placer para el ser humano
Leemos en esta súplica: “¡Oh, Dios mío, te pido en este día todo lo que Te satisface!”
Nada es más placentero para los seres humanos que sentir que su querido y su amado creador está contento con ellos. La sensación de la satisfacción divina le da al hombre una alegría que no es comparable con nada. [2]
El placer de sentir la satisfacción de Dios es uno de los mayores placeres espirituales, un placer combinado con un sentido de valor y alegría, ya que el hombre se ha dado cuenta de que tiene valor ante Dios, porque en caso contrario dios no estaría complacido de él. [3]
Según las aleyas del Corán y los hadices islámicos, la Satisfacción de Dios es la bendición más alta del Paraíso. La aleya 72 de la Sura al-Tawba dice a este respecto:
“A los creyentes y a las creyentes Dios prometió jardines (en el Paraíso) por donde corren ríos, en los que disfrutarán por toda la eternidad, y hermosas moradas en los jardines del Edén. Pero alcanzar la complacencia de Dios es aún superior. ¡Ese es el éxito grandioso!”[4]
Aquellos que van al Paraíso se alegran de que Dios está contento con ellos. Ellos están tan felices de que su alegría (la complacencia de Dios), no es comparable con ninguna otra bendición.[5]
La negación del Wilayat del Imam Alí (P) y su relación con el castigo divino
En la segunda parte de esta súplica recitamos: “¡Oh, Dios! me refugio en Ti, de todo aquello que Te moleste, y Te pido éxito en este día para obedecerte”.
En la Ziyarat Yami’a al-Kabira recitamos: “Quien niega el Wilayat (el liderazgo y el Imamato) de ustedes los Imames Infalibles (P) merece la Ira de Dios.” [6]
Ta mbién, se ha narrado en la historia del Islam que la honorable señora Fátima (P) dijo en una parte de su sermón con respecto a aquellos que negaron el Imamato del Imam Alí (P):
Juro por Dios, si Alí fuera el Califa, guiaría amablemente a la gente al camino recto cada vez que se extraviaran. Con la guía de Alí (P) la gente podría distinguir entre los “esclavos del mundo” y los “siervos de Dios”, y entre los mentirosos y los veraces.” Como dijo Dios en el Sagrado Corán: “Si las personas del pueblo hubiesen creído y sido temerosas (de Dios), les habríamos otorgado las bendiciones de los cielos y la Tierra, pero negaron la Verdad y les castigamos por lo que habían cometido. [7]
De hecho, las personas después del fallecimiento del Profeta (PBD) en vez de seguir al Imam Alí (P) el verdadero sucesor del Profeta (PBD) establecieron un califato falso y de esta manera fracasaron en la prueba divina. [8]
La obediencia a los Imames (P) es obedecer a Dios
El Sagrado Corán nos ordena:
“¡Oh los que creéis! ¡Obedeced a Dios y obedeced al Mensajero y a los que de vosotros tienen autoridad!” (Corán: 4: 59)
Los grandes Exégetas del Sagrado Corán argumentan que aquellos que tienen autoridad sobre la gente (Uli al-Amr) son los Imames que son infalibles; así como el Profeta (PBD), ya que si no fueran infalibles, Dios nunca hubiera emitido el mandamiento para obedecerlos en forma absoluta.
De hecho, Cuando Dios ordena obedecer a alguien incondicionalmente, implica como resultado su infalibilidad; porque si esta persona fuera falible y nos mandase a cometer un pecado, tendríamos que obedecerlo porque Dios nos mandó a hacerlo; y al mismo tiempo, sabemos que no debemos obedecerlo al cometer pecados.
Se ha narrado que cuando este versículo fue revelado, uno de los compañeros del Profeta (PBD)llamado Yabir Ibn Abdil-lah Ansari le preguntó : “Conocemos a Allah y a Su Profeta (PBD), pero ¿quiénes son los Uli al-Amr?", El Profeta (PBD) dijo: “Son mis Sucesores e Imames de los musulmanes después de mí, el primero de ellos es Alí, luego Hasan, luego Husain, luego Alí al-Husayn y luego Muhammad Ibn Ali…”[9]
Dios es bondadoso con los suplicantes
Yawad (bondadoso) es uno de los atributos de Dios que mencionamos en esta súplica. [10] Este atributo se refiere a aquel que da y otorga a cualquier persona según la capacidad de cada una, sin que busque beneficios personales en los que otorga. [11]
Notas
[1] Mafatih Nowin, p. 816.
[2] Mensaje del Corán; 6; p. 225.
[3] Ibíd.
[4] Sura al-Tawba, verso 72.
[5] Nuestra Doctrina, p. 73
[6] Mafatih Nowin, p. 546.
[7] Zahara (P) la mujer más virtuosa del mundo, p. 221.
[8] Ibíd. P. 222.
[9] Qunduzi, Yanābi’ al-Mawaddah, pág. 494.
[10] Los grandes juramentos del Corán, página 429
[11] Mensaje del Corán; 4; p. 32
Publicado por la Oficina del Ayatolá Makarem Shirazi
La historia del nacimiento del Imam Hassan Muytaba (P)
Cuando la honorable Señora del Islam, Fátima al-Zahra (la paz sea con ella) dio a luz a su hijo Hassan, le dijo al Imam Ali (la paz sea con él) que eligiera un nombre para este niño, y entonces el Imam (P) envolvió al niño en una túnica blanca y lo llevó ante el Profeta (PBD) para que él le eligiera un nombre.
Se ha narrado que aquel día, el arcángel Gabriel descendió de los cielos y lo saludó de parte de Dios Todopoderoso y luego dijo: “Oh Mensajero de Dios, ciertamente el ejemplo de Ali (P) para ti es como el de Arón para Moisés, por lo que nombra al niño Hassan.” Y el Mensajero de Dios (PBD) lo llamó Hassan.
Los nombres Hasan y Husain son las formas árabes de dos nombres “Shabbar y Shubair que fueron los nombres de los hijos de Arón, hermano de Moisés (P). Los nombres Hasan y Husain eran sin precedentes entre los árabes hasta aquel entonces.
El Imam Hasan (P) pasó siete años de su vida al lado del Profeta (PBD). Él ta mbién estuvo con el Profeta (PBD) en muchos eventos después de la hégira, entre ellos, el evento de Mubahala. El Imam Hasan (P) fue una de las personas a las que se dirigió el Profeta (PBD) en el hadiz al-Kisa, y la aleya de Tathir fue revelada acerca de él y su familia. Estaba presente en el Pacto de Rizwan y juró lealtad al Profeta (PBD) en este evento. Él (P) y su hermano Husain (P) estuvieron presentes en el funeral del Profeta (PBD).
Hasan (P) participaba en las reu n i o nes del Profeta (PBD) y memorizaba lo que se le revelaba a él y se lo contaba a su madre Zahra (P). Después del fallecimiento del Profeta (PBD), cuando el califato fue reclamado por otras personas en el evento de Saqifa, el Imam Hasan (P) junto con su padre el Imam Alí (P) y su madre Fátima al-Zahra (P), iba a las casas de los compañeros del Profeta (PBD) para recordarles el evento de Gadir y el hecho de que el califato, según la voluntad del Profeta (PBD), pertenecía al imam Alí (P).
El Imam Hasan Muytaba (la paz sea con él) tenía una personalidad prominente y atributos distinguidos, y aunque todos los atributos de ese Imam eran buenos, tres de sus atributos tenían una prominencia especial.
Súplicas del día 15 de Ramadán
al-lâhumma-r zuqnî fîhi ta‘atal jâshi‘în uashrah fîhi sadrî bi inâbati-l mujbitîn bi amânika iâ amânal jâ’ifîn
¡Oh, Dios mío, incluye en mi sustento en este día la obediencia de los humildes. Bríndame un corazón amplio como el de los arrepentidos, temerosos, sometidos a Ti! Por tu Salvación, ¡Oh, Salvación de los Temerosos! [1]
Entre los más importantes puntos de la súplica del decimoquin to día de Ramadán se encuentran los siguientes:
El sustento espiritual
El significado de la humildad
El Temor a Dios
El sustento de las personas no se limita en los bienes materiales
El sustento tiene un significado muy amplio que incluye tanto los bienes materiales como las bendiciones espirituales que reciben las personas. En la mayoría de las súplicas, pedimos a Dios por nuestro sustento espiritual. Por ejemplo, decimos: “ ¡Oh Dios! incluye en mi sustento la peregrinación de Tu Casa Sagrada!”. Igualmente, en la súplica de este día recitamos: “¡Oh, Dios mío! incluye en mi sustento en este día la obediencia de los humildes.” De hecho, la obediencia y la humildad ante Dios son de los sustentos espirituales que si nos tocan a nosotros, nos liberan de la arrogancia y rebeldía. [2]
El significado de la humildad
La humildad es un estado de cortesía ante Dios que afecta los aspectos físicos y espirituales de nuestra vida y se manifiesta en nuestro comportamiento. [3] [4]
El sagrado Corán, en varias aleyas ha hablado de esta característica de los creyentes frente a la grandeza de Dios:
“Bienaventurados los creyentes, quienes en sus oraciones son humildes ” (23: 1-2)
“Si hubiéramos hecho descender este Corán sobre una montaña, la verías en verdad humillarse y hacerse pedazos por temor a Dios.” (59: 21)
Los humildes, cuando reciben las bendiciones de Dios no son orgullosos, no se olvidan de Dios ni de los necesitados, y en todo momento se apresuren a realizar las obras de beneficio público. En cualquier condición, ya sea pobreza o riqueza, enfermedad o salud, siempre recuerdan a Dios , y nunca son desagradecidos ante Él. [7]
La Humildad en la Adoración
Una de las características de los creyentes es la humildad en la oración. [8] Esto significa que sus oraciones y súplicas no son meramente obras físicas y superficiales, sino que tienen espíritu y un contenido elevado. El espíritu de la adoración es la atención cordial del creyente y su sumisión ante Dios. Se ha narrado que la oración es como una escalera para el creyente que le ayuda subir a las posiciones elevadas y cercanas a Dios. [9]
El Corán dice acerca de ellos: “Los creyentes son aquellos que cuando les es mencionado el nombre de Dios sus corazones se estremecen, y que cuando les son recitados Sus versículos les aumenta la fe y se encomiendan a su Señor.” (8: 2)
En resumen los creyentes humildes son aquellos que se dedican a las siguientes acciones:
Recuerdan a Dios en cualquier momento
Se someten ante la voluntad de Dios;
Tienen paciencia durante las dificultades;
Realizan de la oración
Dan caridad a los necesitados. [10] [11]
El arrepentimiento requiere de coraje
Leemos en esta súplica: “¡Oh Dios! Bríndame un corazón amplio como el de los arrepentidos, temerosos, sometidos a Ti.” Existen muchas personas que cometen actos ilícitos, pero tiene pena de arrepentirse y pedir perdón a Dios, y lo consideran un defecto. Lamentablemente, existen algunos otros que toman un paso más allá y piensan que no necesitan demostrar arrepentimiento ante Dios. Tal creencia es en verdad una gran desgracia para el hombre.
Pero por otro lado, las personas sabias y conscientes, a pesar de que a veces cometen pecado, tienen el coraje para confesar sus pecados y pedir perdón a Dios. Ellos son los que pueden recibir el perdón divino. [12] Al respecto leemos en el Sagrado Corán:
“En verdad, el arrepentimiento es para aquellos que hacen el mal por ignorancia y luego se arrepienten inmediatamente. A esos Dios les perdona. Dios es conocedor, sabio. Pero el arrepentimiento no es para aquellos que saben que hacen el mal hasta que les llega la muerte y, entonces, dicen: «Ahora me arrepiento», ni para aquellos que mueren sin creer. Para ellos tenemos previsto un castigo doloroso.” (Corán, 4: 17-18)
Por lo tanto, si tenemos coraje en nuestra vida, nos disculpamos cada vez que cometemos alguna falta, y pedimos perdón a Dios y a aquellos que hemos molestado. Esta es la clave de éxito para una vida sana y saludable.[13]
El Temor a Dios
El Temor a Dios es un factor preventivo y disuasivo contra los deseos rebeldes y acciones de obediencia. Al igual que un vehículo sin freno puede desviarse y caer en peligros, el temor a Dios ta mbién funciona como un freno para evitarle al ser humano de que caiga en pecados y desgracia. El Imam Ali (P) dice a este respecto: “El que teme a Dios estará a salvo". [15]
Notas
[1] Mafatih Nowin, p. 815.
[2] Tafsir Nemune; tomo 20; p. 374.
[3] La Sura Al-Mu’minun; aleya 2; Tafsir Nemune; tomo 14, p. 213.
[4] Palabras en Tafsir Nemune, p. 204.
[5] Ética islámica en Nahj al-Balaga; tomo 2; p. 178.
[6] Sura al-Anbia’, verso 90.
[7] Ibíd. tomo 3; p. 187.
[8] Ética islámica en Nahj al-Balaga; tomo 2; p. 175.
[9] Mensaje del Imam Amir al-Mu’minin (p), tomo 56, página 568.
[10] Sura Hayy, versículos 34-41, Tafsir Nemune, tomo 14; pp. 117- 136.
[11] Palabras en Tafsir Nemune, p. 512.
[12] Anwr Hedayat, página 242.
[13] Ibíd.
[14] Mensaje del Imam Amir al-Mu’minin (P); tomo 36; p. 363.
[15] Nahj al-Balaga; p. 785.
Publicado por la Oficina del Ayatolá Makarem Shirazi
Súplicas del día 14 de Ramadán
al-lâhumma lâ tu’âjidhnî fîhi bil ‘azarât ua aqilnî fîhi minal jatâiâ ual hafauât ua lâ taÿ’alnî fîhi garadan lil balâiâ ual âfât bi’izzatika iâ ‘izzal muslimîn
¡Oh, Dios mío, no me reprendas en este día por mis faltas, y acepta mi disculpa en este día por mis errores y faltas, y no me hagas recibir en este día las aflicciones y calamidades! Por tu Poderío, ¡Oh, Poder de los Musulmanes! [1]
Entre los más importantes puntos de la súplica del decimocuarto día de Ramadán se encuentran los siguientes:
La misericordia de Dios y Su justicia;
el significado del arrepentimiento;
Relación entre el pecado y las calamidades.
¡Oh Dios, trátanos con Tu misericordia, no con Tu justicia!
Está claro que todos los seres humanos, excepto los infalibles (P), cometen faltas y errores en sus vidas. [2] Como sabemos que nuestras faltas pueden provocar la ira de Dios, nosotros los creyentes buscamos refugio en Su perdón y misericordia, y Le pedimos a Dios que en vez de juzgar y reprendernos basado en Su justicia, nos trate con Su misericordia y generosidad.[3]
De hecho, si Dios nos trata con Su justicia, todos nosotros merecemos el castigo divino en este mundo y en el más allá. Leemos en el Sagrado Corán:
“Si Dios diese a las gentes lo que se merecen por sus injusticias no dejaría un ser vivo sobre la tierra, pero se lo pospone hasta una fecha señalada y cuando llegue su plazo no podrán retrasarlo ni una hora, ni tampoco adelantarlo.”
Es por lo tanto que en muchas súplicas islámicas, pedimos a Dios que nos trate con Su misericordia y generosidad y que no nos juzgue con Su justicia: [4] “¡Oh, Dios mío, no me reprendas en este día por mis faltas!”
Igualmente, hay que señalar que la recompensa divina que nosotros recibimos en el otro mundo y en el Paraíso, no es solamente la que nosotros merecemos por nuestras obras, sino que es por la misericordia de Dios y Su generosidad. De hecho, la recompensa que Dios da a Sus siervos va mucho más allá que lo que merecen o pueden imaginar.
Si nosotros tomamos en consideración este hecho, nunca estaremos decepcionados por los pecados que hemos cometido, ni estaremos orgullosos por las obras buenas que hemos realizado, sino que en ambos casos, nuestra esperanza se basa solamente en la generosidad y la misericordia de Dios.[5]
¿Qué significa el arrepentimiento?
Leemos en la segunda parte de esta súplica: “¡Oh Dios! acepta mi disculpa en este día por mis errores y faltas”
El arrepentimiento significa volver hacia Dios y sentir contrición de los errores del pasado. El arrepentimiento es una decisión que una persona toma para cambiar sus pensamientos erróneos o sus acciones erróneas. Según las narraciones islámicas, aquel que se arrepiente verdaderamente debe tener las siguientes intenciones:
1- Debe tener intención de no volver a cometer pecado,
2- Debe tratar de compensar los errores que ha cometido en el pasado.
Es recomendable que el hombre se arrepienta tan pronto como comete un pecado y que no lo aplace para más tarde.
Uno de los atributos de Dios es “Tawwab” que significa “el Perdonador que acepta el arrepentimiento”.[7] El Sagrado Corán se refiere Dios con este nombre diciendo “Él es el Perdonador, el Misericordiosísimo con los creyentes.” [8]
Tawwab significa que Dios acepta nuestro arrepentimiento a pesar de que lo hayamos roto varias veces. [9] [10]Obviamente, cuando las personas ven que la puerta del arrepentimiento siempre está abierta, y ven el océano de la misericordia divina, nunca estarán desesperadas por sus pecados y volverán finalmente al camino de Dios y arrepentidos.[11]
Relación entre el pecado y las calamidades
No hay duda de que los pecados tienen muchos efectos destructivos que no se pueden pasar por alto fácilmente, [12] entre ellos se encuentran las calamidades y las dificultades que nos afligen por algunos pecados que cometemos.[13]
Al respecto, el Imam Sadiq (P) dice en una narración: “Si cuatro pecados se difunden en la comunidad, cuatro calamidades caen sobre la gente. Cuando el adulterio prevalece, ocurren los terremotos, y cuando la gente no paga el Zakat, mueren sus animales y ganados, y cuando los gobernantes oprimen, el cielo deja de llover, y cuando se rompen los pactos y juramentos, los politeístas ganarán sobre los musulmanes”. [14] [15]
De hecho, el pecado es una de las causas de las calamidades y dificultades que enfrentamos en nuestra vida, y es por lo tanto que en esta súplica pedimos a Dios: “¡Oh Dios! no me hagas recibir en este día las aflicciones y calamidades”.
Ta mbién, leemos en la súplica de Kumail:
¡Oh Allah!, perdóname aquellos pecados que atraen el castigo.
¡Oh Allah!, perdóname aquellos pecados que alteran la bendición.
¡Oh Allah!, perdóname aquellos pecados que aprisionan la súplica.
¡Oh Allah!, perdóname aquellos pecados que atraen aflicciones.[16]
Notas
[1] Mafatih Nowin, p. 814.
[2] Mensaje del Imam Amir al-Mu’minin (AS); 12; p. 133.
[3] Ibíd. tomo 2; p. 73.
[4] Ibíd. tomo 8; p. 463.
[5] Tafsir Nemune; tomo 22; p. 282.
[7] La ética en el Corán; 1; p. 219.
[8] Sura Baqara; aleya 37.
[9] Mensaje del Corán; tomo 4; p. 372.
[10] Ibíd., p. 373.
[11] Ibíd.
[12] La historia de los Compañeros, pág. 112.
[13]Tafsir Nemune; tomo 6; p. 325.
[14] Bihar al-Anwar, tomo 76, página 21, hadiz 13
[15] Mensaje del Imam Amir al-Mu’minin (P); 15; p. 691.
[16] Respuestas a preguntas religiosas, p. 64.
Publicado por la Oficina del Ayatolá Makarem Shirazi
el ayuno hace negra la cara del diablo
Un día el Profeta Muhammad (P) dijo a sus compañeros:
Les interesa que les enseñe algo que si lo hacen el diablo se alejará de vosotros como el alejamiento entre Este y Oeste?
Los compañeros respondieron: Sí, Oh mensajero de Dios.
El Profeta dijo:
Ayunen que el ayuno hace negra la cara del diablo.
By: Leyla Sadat Qazi Marashi