El cubrimiento de la mujer frente a los hombres familiares (Mahrams)
La mujer no necesita cubrir su cabeza, su cuello, sus brazos y sus piernas frente a los hombres Mahrams (por ejemplo: hermano, padre, tío e hijo, etc.). Sin embargo; debe cubrir el resto de su cuerpo, y no debe estar semidesnuda frente a ellos. Es de hacer notar; que en el caso del esposo y la esposa pueden mirarse todo el cuerpo.
El pretexto de los wahabitas para demoler el Santuario de Baqi’
Los wahabitas creen que construir edificios sobre las tumbas dará lugar al hecho de que la gente adore a las tumbas. Ellos atribuyen una narración al Profeta Muhammad (PBD) donde él solía decir: “Que Dios maldiga a los judíos; quienes convirtieron las tumbas de sus Profetas en Mezquitas.” Refiriéndose a esta narración, ellos critican a los shiítas por construir santuarios y cúpulas sobre las tumbas de los Profetas e Imames (P).
Sin embargo, es bien sabido por todos los musulmanes que nadie adora las tumbas de los Profetas e Imames (P). De hecho, hay una clara diferencia entre el concepto de la Ziyarat y el concepto de la adoración. Los musulmanes, al igual que visitan a sus hermanos musulmanes y a las grandes personalidades musulmanas durante su vida, visitan las tumbas de los mártires, Profetas e Imames (P) en señal de respeto.
Ninguna persona de sano juicio considera la visita y la reunión entre dos personas vivas como un tipo de adoración y politeísmo. De la misma manera, visitar la tumba de una persona después de su fallecimiento no puede ser considerado como una práctica pecaminosa.
Según los registros históricos, el mismo Profeta Muhammad (PBD) visitaba las tumbas del Cementerio de Baqi’. Ta mbién, en las fuentes sunitas, hay muchos hadices que dicen que el Profeta (PBD) visitó las tumbas de otros musulmanes en otros cementerios y lugares.
Con respecto a la narración antes mencionada, hay que destacar que el Profeta (PBD) maldijo a los judíos por realizar prosternación ante las tumbas de los Profetas (P), pero ningún musulmán realiza prosternación en la tumba de otra persona. De hecho, visitar las tumbas de otros musulmanes no tiene nada que ver con el asunto de la adoración y el politeísmo. Es permisible y recomendable que los musulmanes realicen oraciones cerca de la tumba de los Profetas e Imames (P); ya que ellos a través de esta práctica, adoran solamente a Dios, no a las tumbas.
Es de hacer notar; que los shiítas, al igual que otros musulmanes, al escuchar la voz del Azan se orientan hacia la Qibla, realizan las oraciones diarias en forma colectiva, repiten la frase Allahu Akbar y realizan dos ciclos de oración recomendable hacia la dirección de la Qibla. Ellos hacen todas estas prácticas solamente para adorar a Dios. Pero, lamentablemente los wahabitas, sin ninguna evidencia o razón, condenan a los shiítas y a los seguidores de otras Escuelas Islámicas por el politeísmo y la idolatría. Estas acusaciones se deben al hecho de que ellos no son capaces de concebir correctamente los conceptos del monoteísmo y el politeísmo; y por lo tanto, se han equivocado en sus interpretaciones acerca de otros asuntos islámicos, hasta tal punto que no saben la diferencia entre la Ziyarat y la adoración.
Destrucción de los Santuarios de Baqi’, un resultado de la interpretación errónea de los wahabitas acerca del concepto del Monoteísmo
El día 8 de Shawwal fue el día en que las tumbas de los hijos y descendientes del Profeta Muhammad (PBD) fueron demolidas por un grupo de árabes barbáricos e ignorantes. Los extremistas wahabíes quienes demolieron el Santuario de los Imames de Baqi’, debido a su ignorancia con respecto al Corán, la Sunna del Profeta (PBD) y los hadices de los Imames Infalibles (P), interpretan el concepto del Monoteísmo en forma inversa. Ta mbién, debido a su incapacidad de analizar los asuntos islámicos, sobre todo el tema del monoteísmo y el politeísmo, han exagerado en la definición de estos asuntos, hasta tal punto que rechazan algunas prácticas islámicas tales como la Ziyarat, la intercesión y la visita a las tumbas considerándolas como ejemplos del politeísmo y falsa innovación en el Islam.
La demolición de los Santuarios en Baqi’, un plan para borrar la historia del Islam
Es obvio; que la vida de cada civilización está al tanto de los diferentes factores culturales, históricos y religiosos. La región de Hiyaz; y en especial las ciudades de La Meca y Medina contienen una gran parte de los más valiosos patrimonios culturales e históricos de la civilización islámica, pero lamentablemente, esta tierra llegó a ser controlada por un grupo de árabes retratados y extremistas, quienes destruyeron los más valiosos tesoros históricos del Islam, con excusas y pretextos irrazonables.
Uno de los más importantes ejemplos de estos patrimonios históricos fue el Cementerio de Baqi’, un cementerio que contiene una gran parte de la historia del Islam como si fuera un libro acerca de los tempranos tiempos islámicos.
Lamentablemente, la mayoría de los monumentos que se remontaban a los tiempos del Profeta del Islam (PBD) fueron demolidos por los wahabitas. Ellos no solo demolieron las tumbas y los Santuarios de los Imames infalibles (P) en Baqi’; sino que ta mbién destruyeron las obras y los patrimonios históricos de otras personalidades musulmanes en otras partes de La Meca y Medina. . Este crimen fue de verdad una gran pérdida para todo el mundo musulmán; ya que cada uno de estos monumentos históricos podían llevar al visitante a los fondos de la historia del Islam.
En el mundo de hoy, donde cada pueblo y comunidad invierte mucho dinero para proteger y preservar los patrimonios culturales e históricos de su civilización e implementa severos castigos para aquellos que dañan estos monumentos, los ignorantes wahabitas destruyeron fácilmente los más importantes monumentos de la civilización islámica y privaron a todos los musulmanes de estos valiosos tesoros. De hecho, la demolición de Baqi’ fue una gran pérdida para la Comunidad Islámica que no se puede compensar por nada. Estos monumentos fueron en verdad cadenas de conexión que vinculaban las nuevas generaciones de los musulmanes con las primeras generaciones de los tiempos más remotos del Islam.
Filosofía del Hiyab y la Vestimenta Islámica
A diferencia de la cultura moderna del mundo occidental, el Islam rechaza fuertemente la exhibición de la mujer en la sociedad como una mercancía destinada a la explotación sexual y la provocación de los deseos e instintos sexuales del hombre. El Hiyab es un programa sugerido por el Islam con el fin de defender a la mujer contra la explotación sexual. Según las leyes del Islam, no está permitido para el hombre disfrutar de los encantos sexuales de la mujer; salvo que sea su cónyuge legal. Por lo tanto, el placer sexual entre hombres y mujeres no-Mahrams (no-familiares) es considerado un pecado que puede dar lugar a la corrupción moral de la sociedad.
Hay que afirmar, que la filosofía del Hiyab es obvia para todos; ya que todos saben que la desnudez de la mujer provoca los deseos sexuales de los jóvenes. Por otro lado, la estimulación de los deseos y pasiones de los jóvenes sin que se satisfagan en forma debida les causan muchos desórdenes psicológicos e incluso puede dar lugar a permanentes enfermedades mentales. El Islam quiere que todos los individuos en la sociedad se encuentren en una salud mental óptima; y es por lo tanto que les sugiere preservar sus oídos y sus miradas de las cosas y escenas que interrumpen su tranquilidad. Esta es una de las más importantes filosofías del Hiyab.
Según las estadísticas, a medida que aumenta la desnudez de la mujer en la sociedad, aumentan los casos del divorcio y el colapso de las estructuras familiares en el mundo. Pero, en las comunidades donde se observa y se respeta la práctica de la ley del Hiyab, la estructura de la familia queda más firme y estable; ya que los conyugues permanecen leales uno al otro y no comparten su amor conyugal con otras personas.
Por el contrario, en el mercado de la libertad sexual de las comunidades no-musulmanas, las mujeres se han convertido en mercancías de las que cualquier hombre puede aprovecharse. En estas condiciones, la familia y el matrimonio pierden su respeto y santidad, y el compromiso entre las parejas queda sin sentido.
La propagación de la corrupción moral y el aumento de los hijos ilegítimos se encuentran entre las más desagradables consecuencias de no observar las normas del Hiyab en la sociedad, y pueden dar lugar a otros problemas sociales más peligrosos.
Al respecto, no se debe subestimar la relación entre el asunto del Hiyab y la reputación de la mujer. En las sociedades que utilizan a la mujer como un medio para atraer clientes, turistas o para publicar productos ante consumidores y compradores, el carácter de la mujer es considerado tan despreciable como una muñeca o una mercancía. En tales condiciones, los únicos honores de la mujer son su belleza, su juventud y la exhibición de su cuerpo; mientras que se olvidan los altos valores de su carácter humano.
En estas sociedades, la mujer se convierte en un medio para satisfacer los instintos y deseos rebeldes de un grupo de hombres que solo piensan en codiciarla y explotarla sexualmente. Si la mujer es considerada como un juguete sexual, sus características éticas, su conocimiento y sus altos valores humanos serán olvidados en la sociedad.