Un análisis de los acontecimientos de ‘Ashûra y Karbalá 4
El segundo factor, fue el juramento de fidelidad que Mu’awia quería imponer al Imam Husain (P) hacia su hijo Yazid, lo que significaría una aprobación para el califato tirano de Bani Omeya y de la intención de Mu’awia de transformar el califato en un régimen hereditario de padre a hijo; lo cual contradice tanto la visión shi’ita de la designación divina del Imamato, así como la visión sunnita de que el Imam debe ser elegido por mayoría.
Hay momentos en la vida en la que la persona debe saber decir “no” a fin de guardar su fe y piedad, especialmente si causaría un perjuicio irreparable el acceder a ello. Por ello cuando los mensajeros de Mu’awia viajaron a Medina para proponerle el ultimátum: la muerte o el juramento, el Imam Husain valientemente dijo:
“Ese bastardo hijo de un bastardo, da a elegir una de dos cosas: la espada o la humillación. ¡Lejos esta Husain de tolerar la humillación! Nunca. Nuestro Dios no aprueba eso para nosotros (Ahlul Bait)!”.
· La tercera causa fue que tras su negación, los habitantes de Kufa le prometieron auxilio y ayuda para recuperar el califato justo de Ahlul Bait, recibiendo así hasta 18.000 cartas a veces firmadas por veinte personas; ante ello el Imam Husain no tenía excusa para ignorar este nuevo deber ante decenas de millares de musulmanes que le suplicaban al Imam que acudiese a ellos, si los hubiera abandonado, nos preguntaríamos por que el Imam no les respondió positivamente cuando había posibilidad de hacer justicia, y muchos habrían dicho que el Imam no acudió porque estaba asustado de una revolución, por ello él dijo “ Yo estoy listo, si vosotros lo estáis”.
Y el último de ellos, su obligación de ordenar el bien y prohibir el mal, una obligación personal como musulmán al cual él iba a responder con o sin apoyo de los musulmanes, para reformar esa sociedad que había olvidado el espíritu y los valores del Islam en un periodo tan corto de tiempo tras la muerte del Profeta… un tiempo en el que era costumbre en la mayoría de las mezquitas maldecir al Imam ‘Alí (P), y con él a su Ahlul Bait (P), en el que se gobernaba bajo la espada y la impunidad, en la que los enemigos del Islam se retractaron de su fe en el Islam rebajándolo a sus pasiones. Violaron el principio básico del Islam que es el de dictar la justicia y prohibir lo ilícito.
Con esta cuestión, descubrimos que el Imam no era un solo auxiliador antes las invitaciones de los habitantes de Kufa, sino un revolucionario. Ante este punto el Imam Husain no necesitaba más causas, porque la corrupción abarcó todo y el Profeta ordenó que todo aquel que viva una situación tal, debe de rebelarse. Por ello el movimiento del Imam Husain (P) es multidimensional por ser revolucionario y defensor a la vez.