El deseo del martirio, la cima de la fe del honorable Abbas (P)
Sin duda, el coraje y la valentía tienen sus raíces en la fe. De hecho, el coraje proviene de los efectos de la creencia en Dios, porque el creyente, confiando en Dios, cuyo poder está por encima de todos los poderes, triunfa en todos los campos. Pero aquellos que tienen debilidad en su fe, confían en su propio poder, que sin embargo, muy pronto se ven incapaces de triunfar en algunos campos, y por esta razón, el miedo y el horror en los momentos cruciales de la vida domina sobre ellos.
Se puede afirmar que la fe en la resurrección tiene un profundo efecto educativo en los seres humanos, lo que les da valor y coraje. La fe hace que sea fácil tolerar todo tipo de problemas, y de esta manera, el creyente está dispuesto a sacrificar no solo su “propiedad", sino ta mbién su alma con sinceridad y el anhelo hacia el martirio en el campo del Yihad.
El coraje y la valentía de Abu al-Fazl al-Abbas (P) en el día de Ashûra se han registrado en líneas doradas y brillantes durante la historia. Se ha narrado que cuando los soldados de Umar Ibn Sa’d lo rodearon y le tiraron flechas, el Honorable Abbas (P), aunque estaba herido, recitó estas epopeyas:
No temo a la muerte, aunque me acerque… sigo resistiendo hasta que las espadas me bajen sobre la tierra.
Sin lugar a dudas, las palabras significativas del honorable Abbas, la paz sea con él, indican su sumisión ante Dios y su determinación para realizar la misión divina con sinceridad, y en este camino, estaba dispuesto a darle la bienvenida al martirio y la muerte.