UNA SÍNTESIS DE LA VIDA DEL IMÂM HASAN AL-‘ASKARÎ (P)
Su nacimiento
El undécimo de los Inmaculados Imâmes del Islam después del Profeta Muhammad (BP) fue Imâm Abû Muhammad Hasan Ibn ‘Alî Al-‘Askarî (P). Él nació en “Samarra” en el año 232 H.L./846 d.C. Su honorable padre fue el décimo Imâm ‘Alî Al-Hâdî (P) y su madre la piadosa y respetable dama “Judaîzah” ta mbién llamada “Sûsan”.
El Imâm en Samarra vivía en un lugar llamado “‘Askar”[1] y por ello es conocido como “Al-‘Askarî”, y sus otros títulos mayestáticos más famosos son “Az-Zakiî”, “An-Naqiî”, y “Abû Muhammad”.
Él tenía veintidós años cuando su honorable padre el Imâm Al-Hâdî (P) fue martirizado. Él ocupó el puesto del Imâmato durante seis años, lo que significa que fue martirizado a los veintiocho años, o sea el año 260 H.L./874 d.C.Su único hijo y sucesor, el duodécimo y último Imâm, el honorable Huÿÿat Ibn Al-Hasan Al-Mahdî (que Dios apresure su llegada), es nuestro Walî ‘Amr (protector de los asuntos de los creyentes)y el Imâm de nuestra época. La luminosidad de su existencia se encuentra
El Profeta Mahoma (Muhammad) (PB); Su nacimiento, su infancia y adolescencia
Las oscuras nubes de la ignorancia se habían abatido sobre Arabia. La iniquidad y maldad generalizadas, las guerras sangrientas, el incremento del saqueo y la matanza de las hijas mujeres, habían extinguido casi por completo las cualidades morales de ese pueblo. La sociedad árabe estaba pasando por el período más oscuro y triste de su historia.
Pero justamente en ese momento surgió una estrella de esperanza que iluminó ese oscuro am biente, y fue el nacimiento de quien sería el Sello de la Profecía: Muhammad (B.P.). Este acontecimiento marca un hito notable, un punto de inflexión en la decadencia de un pueblo sumido por entonces en la ignorancia. Al cabo de pocos años esa estrella se convertiría en un sol que iluminaría todo el mundo instaurando las bases de una civilización y cultura justas para todo el orbe.
LA INFANCIA DE LOS GRANDES
Todos los capítulos de la vida de los grandes hombres merecen un estudio cuidadoso, pues la personalidad de estos seres elegidos por la Voluntad divina se muestra milagrosa, incluso en el período temprano de la infancia. La Torah y el Sagrado Corán relatan el nacimiento de Moisés (P.): “Ya te habíamos agraciado (Moisés) una vez, cuando inspiramos a tu madre lo que le fue inspirado: “Ponle (a tu hijo) en una arquilla y échale en el Nilo., para que este la lleve a la orilla, donde lo recogerá un enemigo mío, que es (ta mbién) suyo; porque ya les infundiré amor hacia ti, y para que sea criado bajo mi tutela. Cuando tu hermana iba diciendo: ¿Queréis que os indique a quien se encargará de el? Entonces te restituimos a tu madre para que se consolase y no se apenara. “(20:37 a 40)
Como cuenta la historia, cientos de recién nacidos varones fueron asesinados en el intento de acabar con Moisés (P.). Pero la voluntad de Dios era que él viviese, y no sólo no lograron dañarlo sino que el Poder divino hizo que quien se empecinaba más en asesinarlo (el faraón de Egipto) le brindara protección en su propia casa sin sospechar nada.
El período de embarazo de la madre de Jesús (P.), su nacimiento y su crianza, son todavía más asombrosos. “y menciona a María (¡Oh Mensajero!) en el Libro, cuando se retiró de su familia hacia un lugar oriental (de su casa). Y colocó una cortina para ocultarse de ellas, y le enviamos nuestro Espíritu que se le aparecía, personificando a un hombre perfecto. Dijole: ‘¡Por cierto que me amparo de ti en el Graciabilísimo, si eres temeroso (de Dios)! Le respondió: ‘Tan sólo soy el mensajero de tu Señor, encargado de agraciarte con un hijo inmaculado. Dijole: ¿Cómo podría tener un hijo cuando ningún hambre me ha tocado, y jamás fui adúltera?’ Le dijo: ‘¡Así será! Dijo tu Señor: ‘¡Eso me es fácil!, y haremos de él un milagro para los hombres y será una prueba de nuestra misericordia’. Y fue una orden irrevocable.” (19:16 a 21)
Los seguidores del Corán, la Torah y el Evangelio, cuando sostienen como verdadero lo relatado por la primera Escritura acerca de estos Profetas, no pueden dudar de la veracidad de la historia del Profeta Muhammad (B. P.), sobre los hechos extraordinarios de su nacimiento e infancia.
SEMANA DE LA UNIDAD ISLÁMICA
Cualquier musulmán que viva en cualquier parte del mundo y diga:
“No hay más dios que Dios, y Muhammad es el Mensajero de Dios"; sentirá la grandeza y alegría en este mes por el aniversario del nacimiento del siervo elegido y amo de la humanidad.
Ayatolá Sayed Alí Jameneî
El Profeta Muhammad (Mahoma) 1
BIOGRAFÍA
Existen muchos documentos claros sobre referencias históricas acerca de la vida del Profeta (s), a tal punto que se puede decir que los eventos de su vida han sido registrados de forma más exacta y vívida que los de los otros profetas. Aun así, como cualquier otra figura histórica, no todos los aspectos de su vida son claros, y hay cierta vaguedad y desacuerdo al respecto de diferentes partes de su vida. Por lo tanto, apoyándonos en referencias confiables como el Corán y en sus dichos y tradiciones (que tienen distinto nivel de confiabilidad), los distintos hechos históricos deberían ser extraídos desde estos relatos. Así y todo, con las diferencias de opinión, se puede establecer una imagen bastante clara de su vida.
Desde su nacimiento al inicio de su misión
Linaje, epítetos y apódos
El linaje del Profeta es el siguiente: Muhammad b. ‘Abd Allah b. ‘Abd al-Muttalib (Shaybat al-Hamd, ‘Amir) b. Hashim(’Amr al-’Ula) b. ‘Abd Manaf (Mughayrah) b. Qusayy (Zayd) b. Kilab (Hakim) b. Murra b. Ka’b b. Lu’ayy b. Ghalib b. Fihr (Quraysh) b. Malik b. Nadr (Qays) b. Kinana b. Khuzayma b. Mudrika (’Amr) b. Ilyas b. Mudar b. Nizar (Khuldan) b. Ma’add b. ‘Adnan.
Sus epítetos fueron Abu al-Qasim y Abu Ibrahim.Otros de sus epítetos y apódos fueron: al-Mustafa, Habib Allah, Safi Allah, Ni’mat Allah, Jiyarat Khalq Allah, Sayyid al-Mursalin, Jatam al-Nabiyyin, Rahmat li l-’Alamin, al-Nabi al-Ummi.
Su madre fue Amina bt. Wahab b. ‘Abd Manaf b. Zuhra b. Kilab. Cuando Muhammad (s) tenía 6 años y 3 meses (o 4 años según algunos registros), viajó a Yathrib para ver a sus parientes del lado de la madre de ‘Abd al-Muttalib’s (i.e. Banu ‘Adiyy b. Najjar). Pero lamentablemente falleció de camino a Meca, en Abwa, donde descansan sus restos. Amina tenía 30 años cuando falleció.
‘Allamah al-Majlisi dijo, “Todos los chiitas duodecímanos acuerdan en que Abu Talib, Amina bt. Wahab and ‘Abd Allah b. ‘Abd al-Muttaliband y todos los antepasados directos del Profeta (s), hasta el tiempo de Adam (a), fueron creyentes .”
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Fuente: en.wikishia.net
Traducción: www.islamoriente.com
El Último Profeta y el Hombre Universal 4
El Profeta (BPD) participó en la vida social en todo sentido. Se casó, tuvo descendencia, fue un padre y de este modo fue el gobernador y juez y ta mbién tuvo que luchar en muchas guerras en las que vivió experiencias dolorosas. Tuvo que pasar muchas penurias y experimentó todo tipo de dificultades como cualquier ser humano, especialmente como el fundador de lo que implica un nuevo estado y sociedad. Pero dentro de todas estas actividades, su corazón descansó en la satisfacción con el Divino y continuó hacia adentro a responder en la Paz Divina. De hecho, su participación en la vida social y política precisamente fue integrar este dominio dentro de un centro espiritual.
El Profeta (BPD) no contempló en lo absoluto ninguna ambición política o de su interior. Por naturaleza, él fue alguien quieto; antes de ser escogido como profeta él no quería frecuentar reuniones sociales ni actividades. Dirigió una caravana de Meca a Siria pasando a través del silencio majestuoso del desierto cuyos “infinitos” inducen al hombre hacia la contemplación. Con frecuencia, dedicaba períodos de tiempo en soledad y meditación en la cueva de “Hira”. Él mismo no creía ser por naturaleza un hombre del mundo o uno que naturalmente se inclinó a buscar el poder político entre los Quraysh o las eminencias sociales en Meca, aunque llegó de una familia muy noble. De hecho, fue muy doloroso y difícil para él aceptar la carga de la profecía que implicó la fundación, no solo de una nueva religión, sino ta mbién un nuevo orden social y político. Todas las fuentes tradicionales, las cuales solo en este asunto testifican la gran privación que el Profeta (BPD) experimentó al ser escogido para participar en la vida activa en su más forma aguda. Estudios modernos sobre la vida del Profeta (BPD) describen que es totalmente falso el hecho de que disfrutaba luchar en las guerras y de hecho, un cambio completo de la personalidad real del Profeta (BPD). Inmediatamente después de la recepción de la primera revelación el Profeta (BPD) confesó a su esposa, Khadiyah (P), lo difícil que fue para él aceptar la carga de la profecía y lo aterrado que estaba por lo que implicaba tal misión.