Objetivos el mes de Ramadán
El mes de Ramadán debe servir para purificarnos tanto física, como mental y espiritualmente. Durante el transcurso de este mes estaremos buscando la verdad en nosotros mismos, la luz de Dios, separando nuestros actos automáticos de nuestros hábitos o impulsos. Lo más querido por Dios de sus siervos, es el amor que este le profese. En el mes de Ramadán lo que más ama Dios es el esfuerzo de purificación de su cuerpo y alma, la superación de estados negativos y malignos del ser humano. La purificación de los estados malignos del alma nos permite superar los vicios, como el de olvidar a Dios que es la principal falta que podemos cometer, la soberbia, la codicia, la avaricia la envidia la rebeldía a Dios, los malos pensamientos, la ambición desmedida, los deseos inmoderados, el odio, etc. Todos estos vicios son enfrentados durante el ayuno para ser vencidos.
pregúntale de mi parte si soy uno de sus chiitas o no
Un hombre le dijo a su mujer:
Ve a casa de la noble Fátima (P), la
hija del Mensajero de Dios (PB), y
pregúntale de mi parte si soy uno de sus chiitas o no.
La mujer visitó a la noble Fátima Az-Zahra (P) y le hizo la pregunta,
entonces le respondió:
«Dile a tu marido que :
‘’Si haces lo que te hemos ordenado y
te abstienes de todo lo que te hemos
prohibido, eres de nuestros chiitas, de
lo contrario no lo eres'’».
La mujer regresó y le contó a su
esposo lo sucedido. Al escucharla, el
hombre exclamó:
¡Ay de mí! ¡Quién puede separarse del
pecado y de las faltas! En este caso,
estaré en el infierno eternamente,
porque de acuerdo a lo que la noble
[Fátima (P)] ha dicho, yo no soy uno
de sus chiitas y quien no sea chiita deAhl ul-Bayt (P) arderá en el fuego del
Infierno.
La mujer fue nuevamente a donde
estaba la noble Fátima Az-Zahra (P) y
le contó lo que su esposo había dicho.
Entonces, manifestó:
«Dile que no es así. Nuestros chiitas,
serán los mejores habitantes del
Paraíso. Pero que
alguien nos ame y ame a nuestros
amigos, y sea enemigo de nuestros
enemigos, y sea musulmán de corazón
y palabra , no
uno de nuestros chiitas. Sin
embargo, , después de
ser purificado de sus pecados a través de diversas calamidades
o los acontecimientos [desfavorables]
y dificultades en el Día del Juicio, o
correspondiéndole en los pisos
superiores del Infierno y
sea uno de
quienes nos aman, será rescatado por
nosotros y lo trasladaremos [al
Paraíso, donde estará] a nuestro lado»
(Bihār al-Anwār, t. 68, pág. 155)
Hadice del Imam Husain (P)
قالَ الامامُ الْحُسَین عليه السّلام:
El Imam Husain (P) dijo:
لَا تُمَارِینَّ حَلِیماً وَ لَا سَفِیهاً فَإِنَّ الْحَلِیمَ یقْلِیک وَ السَّفِیهَ یؤْذِیک.
No discutas con dos personas: (1) con el paciente, y (2) con el tonto; porque con una persona paciente [terminarás] enojándote, y una ignorante te causará [solo] disgustos.
(Bihār al-Anwār, t. 75, pág. 127)
cuanto al derecho de quien es tu subordinado por medio
En cuanto al derecho de quien es tu subordinado por medio del conocimiento, (ra’iatuka bil ‘ilm), es que sepas que Allah te ha dispuesto como depositario para ellos22 en relación con el conocimiento que te ha otorgado y a la sabiduría que te ha conferido. Si actúas en buena forma respecto de aquello que Allah te ha conferido y te comportas como un depositario benevolente, que aconseja desinteresadamente a su siervo en su servilismo, que es paciente, reflexivo, que cuando ve a alguien necesitado le ayuda con los bienes que tiene, estarás bien encaminado, esperanzado y afianzado. Esto siempre que no traiciones a Allah, no seas opresor con Su creación, ni objetes Su Grandeza y derecho a privar (de las cosas)
Risalatul Huquq (Tratado Sobre los Derechos) del Imam Sayyad
En cuanto al derecho de quien te rige por medio
En cuanto al derecho de quien te rige por medio de la autoridad (sa’isika bissultán), es que sepas que fuiste dispuesto como una prueba para él; que él es probado en tu persona por medio de la autoridad que Allah le dispuso sobre tí, que le aconsejes sinceramente y no le enfrentes de forma que levante su mano contra tí y eso sea la causa de tu ruina y la suya propia. Que muestres humildad y amabilidad mostrando satisfacción por aquello que te impide realizar y que no perjudica tu religión, y que le pidas socorro a Allah contra él. No le desafíes ni te le opongas. Haciendo eso le desobedecerías, te dañarías a tí mismo, ya que te expondrías a su desagrado y le expondrías a aniquilarte, y te convertirías en su ayudante contra tí mismo y en su socio en el mal que te acarrea. No hay Fuerza sino en Allah.
Risalatul Huquq (Tratado Sobre los Derechos) del Imam Sayyad