pregúntale de mi parte si soy uno de sus chiitas o no
Un hombre le dijo a su mujer:
Ve a casa de la noble Fátima (P), la
hija del Mensajero de Dios (PB), y
pregúntale de mi parte si soy uno de sus chiitas o no.
La mujer visitó a la noble Fátima Az-Zahra (P) y le hizo la pregunta,
entonces le respondió:
«Dile a tu marido que :
‘’Si haces lo que te hemos ordenado y
te abstienes de todo lo que te hemos
prohibido, eres de nuestros chiitas, de
lo contrario no lo eres'’».
La mujer regresó y le contó a su
esposo lo sucedido. Al escucharla, el
hombre exclamó:
¡Ay de mí! ¡Quién puede separarse del
pecado y de las faltas! En este caso,
estaré en el infierno eternamente,
porque de acuerdo a lo que la noble
[Fátima (P)] ha dicho, yo no soy uno
de sus chiitas y quien no sea chiita deAhl ul-Bayt (P) arderá en el fuego del
Infierno.
La mujer fue nuevamente a donde
estaba la noble Fátima Az-Zahra (P) y
le contó lo que su esposo había dicho.
Entonces, manifestó:
«Dile que no es así. Nuestros chiitas,
serán los mejores habitantes del
Paraíso. Pero que
alguien nos ame y ame a nuestros
amigos, y sea enemigo de nuestros
enemigos, y sea musulmán de corazón
y palabra , no
uno de nuestros chiitas. Sin
embargo, , después de
ser purificado de sus pecados a través de diversas calamidades
o los acontecimientos [desfavorables]
y dificultades en el Día del Juicio, o
correspondiéndole en los pisos
superiores del Infierno y
sea uno de
quienes nos aman, será rescatado por
nosotros y lo trasladaremos [al
Paraíso, donde estará] a nuestro lado»
(Bihār al-Anwār, t. 68, pág. 155)