Objetivos el mes de Ramadán
El mes de Ramadán debe servir para purificarnos tanto física, como mental y espiritualmente. Durante el transcurso de este mes estaremos buscando la verdad en nosotros mismos, la luz de Dios, separando nuestros actos automáticos de nuestros hábitos o impulsos. Lo más querido por Dios de sus siervos, es el amor que este le profese. En el mes de Ramadán lo que más ama Dios es el esfuerzo de purificación de su cuerpo y alma, la superación de estados negativos y malignos del ser humano. La purificación de los estados malignos del alma nos permite superar los vicios, como el de olvidar a Dios que es la principal falta que podemos cometer, la soberbia, la codicia, la avaricia la envidia la rebeldía a Dios, los malos pensamientos, la ambición desmedida, los deseos inmoderados, el odio, etc. Todos estos vicios son enfrentados durante el ayuno para ser vencidos.