El Término Wahî en el Corán
El término wahî en el Generoso Corán ha sido utilizado con relación a los ángeles, demonios, el ser humano, los animales y la tierra:
La inspiración espiritual a los ángeles:
﴿ إِذْ يُوحِي رَبُّكَ إِلَى الْمَلآئِكَةِ اَنِّي مَعَكُمْ ﴾
Idh iûhî rabbuka ilal malâikati annî ma‘akum…
«Y de cuando tu Señor reveló (iûhî) a los ángeles: “¡Estoy con vosotros…!”».
La inspiración espiritual a los seres humanos:
﴿ وَأَوْحَيْنَآ إِلَى اُمِّ مُوسَى أَنْ أَرْضِعِيهِ ﴾
Wa awhaînâ ilâ ummi Mûsâ an ardi‘îh
«E inspiramos (awhaînâ) a la madre de Moisés: “Amamántale”».
La inspiración espiritual a los cuerpos inorgánicos:
﴿ يَوْمَئِذٍ تُحَدِّثُ أَخْبَارَهَا * بِاَنَّ رَبَّكَ أَوْحَى لَهَا ﴾
Îaûma’idhin tuhaddizu ajbârahâ, bi anna rabbaka awhâ lahâ
«En ese día (la tierra) contará sus noticias según lo que tu Señor le inspire (awhâ)».
Los susurros satánicos:
﴿ وَكَذَلِكَ جَعَلْنَا لِكُلِّ نَبِيٍّ عَدُوّاً شَيَاطِينَ الإِنْسِ وَالْجِنِّ يُوحِي بَعْضُهُمْ إِلَى بَعْضٍ ﴾
Wa kadhâlika ÿa‘alnâ li kul·li nabiîn ‘adûwan shaîatînal insi wal ÿinni îûhî ba‘duhum ilâ ba‘d
«Por la misma razón, hemos dispuesto para cada profeta adversarios demonios, tanto de entre los humanos como de los genios, que se susurran (îûhî) recíprocamente…».
﴿ وَإِنَّ الشَّيَاطِينَ لَيُوحُونَ إِلَى أَوْلِيَآئِهِمْ لِيُجَادِلُوكُمْ ﴾
Wa inna-sh shaîâtîna laîûhûna ilâ awlîâ’ihim liîuÿâdilûkum
«Y ciertamente que los demonios inspiran (laîûhûna) a sus fautores para contradeciros…».
La indicación:
﴿ فَخَرَجَ عَلَى قَوْمِهِ مِنَ الْمِـحْرَابِ فَاَوْحَى إِلَيْهِمْ أَن سَبِّحُوا بُكْرَةً وَعَشِيّاً ﴾
Fajaraÿa ‘alâ qaûmihî minal mihrâbi fa awhâ ilaîhim an sabbihû bukratan wa ‘ashîîan
«Salió, pues, del santuario y dirigiéndose a su pueblo les indicó (awhâ), (por señas), que glorificasen a Dios, mañana y tarde».
El instinto:
﴿ وَأَوْحَى رَبُّكَ إِلَى النَّحْلِ ﴾
Wa awhâ rabbuka ila-n nahl
«Y tu Señor inspiró (awhâ) a las abejas…».
En una narración interesante, transmitida del Imâm ‘Alî (P), se han dividido los usos del wahî en el Corán en los siguientes: wahî con el sentido de revelación de la Profecía, wahî con el sentido de inspiración, wahî con el sentido de indicación, con el sentido de disposición, con el sentido de orden o mandato, wahî con el sentido de mentir (con relación a los demonios) y wahî con el sentido de anoticiar, y para cada caso se ha respaldado en aleyas coránicas.
Imam Baqir (P) argumenta con los opositores
Abdullah Ibn Nafi que fue uno de los enemigos del Emir de los Creyentes Hazrat Ali (P), dijo: “Si alguien me puede convencer que Ali tenía razón al matar a los Jawaray Nahawan lo consideraré mi guía, se encuentre donde se encuentre". Entonces alguien le habló de Imam Baqir como el sabio de la época y que seguro él tendría respuesta a su pregunta. Entonces Abdullah y sus amigos se dirigieron a Medina y pidieron entrevistarse con el Imam.
Una vez avisado el Imam de la llegada de Abdullah y sus amigos a y su propósito, invitó a los Ansar y Muhayir compañeros del Profeta y que estaban aun con vida. Una vez todos reunidos dijo:
- El agradecimiento es sólo para el Dios que creó el tiempo y el espacio y todo lo existente y las alabanzas son sólo para el Dios que no siente sueño ni duerme y es dueño de todo lo que hay en el cielo y la tierra… Testifico que no hay divinidad sino Dios y que Muhammad es su siervo y su enviado y doy gracias a Dios que nos consideró merecedores de la profecía y nos otorgó el Imamato sobre la tierra. Ahora -continuó diciendo el Imam- cada uno de ustedes diga en voz alta las virtudes de Ali ibn Abi Talib.
Uno por uno, los presentes recordaron las cualidades de Ali hasta que se tocó el tema de “Jaibar", entonces dijeron “El Mensajero de Dios (BP) en la batalla contra los judíos de Jaibar dijo: “Mañana entregaré la bandera en manos del hombre que quiere a Allah y a su Enviado y Allah y su Enviado ta mbién le aman, es un guerrero que nunca huye de la batalla y mañana no regresará del campo de batalla hasta que Dios le entregue en sus manos la conquista de la fortaleza de los judíos.". Y al día siguiente entregó la bandera al Emir de los Creyentes, Alí, y este valeroso guerrero derrotó a los judíos.”
- ¿Qué dices acerca de esta narración? -preguntó el Imam Baqir a Abdullah ibn Nafi.
- Es cierta, pero Ali después se volvió incrédulo y mató a los Jawary injustamente.
- ¿Es que Dios Todopoderoso sabía que Ali mataría a los Jawaray? Si dices que Dios no sabía entonces eres un incrédulo. Dime, ¿Dios amaba a Ali porque obedecía sus órdenes o porque no las obedecía y pecaba?
- Porque obedecía sus órdenes. (O sea; si en el futuro hubiese sido pecador Dios el Sapiente lo hubiese sabido de antemano y nunca entonces le hubiese amado, pues es claro que matar a los Juwaray fue una orden del Todopoderoso).
- Levántate que no tienes respuesta que dar. -le ordenó el Imam.
Abdullah se levantó y pronunció la siguiente aleya. “…hasta que, en la alborada, pueda distinguirse un hilo blanco de uno negro…” (o sea; que la verdad siempre se muestra clara como un amanecer) y continuó “… pero Allah sabe bien a quién confiar su mensaje…"” (sura, 6:124)
El carácter del Imam Baqir (P)
Se cuenta que un hombre de Siria que vivía en Medina iba constantemente a la casa del Imam para soltarle todo su odio: “…en el mundo no hay nadie que más aborrezca que a tí y no hay nadie con quien yo sea enemigo fuera de tí y tu familia. Siendo tu enemigo obedezco las órdenes de Dios, de su Enviado y del Emir de los Creyentes y si visito tu casa es porque eres hombre elocuente".
A pesar de lo que decía, el Imam era paciente con él y le hablaba con afecto. No pasó mucho tiempo que el hombre sirio enfermó y viendo la muerte cerca perdió las esperanzas de vivir, entonces, testamentó que en caso de que muriese el Imam Baqir llevase a cabo la oración del difunto para él.
Llegó la media noche y sus familiares lo encontraron muerto, muy temprano uno de sus familiares fue a la mezquita en busca del Imam, éste ya había realizado su oración del alba y estaba sentado recitando súplicas y ruegos como era su costumbre después de que terminaba la oración.
- El hombre sirio nos ha abandonado y su último deseo fue que usted realice la oración del difunto para él. - dijo el hombre.
- El no ha muerto… Esperen hasta que yo venga. -contestó el Imam.
Se levantó y tomó nuevamente la ablución y realizó una oración de dos ciclos (rakats), entonces levantó sus manos al cielo y suplicó, después se postró y colocó su frente sobre la tierra y permaneció en esta posición hasta que salió el sol, que fue cuando se dirigió a casa del sirio y se sentó en la cabecera de su cama, lo llamó y él respondió. Después el Imam lo ayudó a que se sentase y colocó un almohadón en su espalda y le dio algo de beber diciéndole a sus familiares “denle de comer comidas frías” y se retiró.
No transcurrió mucho tiempo que el sirio se curó y vino a ver al Imam.
-Atestiguo que tú eres la prueba de Dios para los hombres…, dijo solo verle.
El quinto Imam, Hazrat Imam Muhammad Baqir (P)
Imam Abu Ya’far, Baqir al-’Ulum, nuestro quinto Imam, el día viernes primero del mes de Rayab del año 57 de la Hégira, en la ciudad de Medina abrió sus ojos al mundo. Lo nombraron Muhammad y apodaron Abu Ya’far y titularon con Baqir al ‘Ulum que significa “analizador erudito de la Ciencia.".
El Imam Baqir, tanto por parte de padre como de madre, tenía parentesco con el Mensajero de Dios (BP) y Hazrat Alí y Fátima Zahra (P), ya que su padre fue el Imam Zain al-Abidín hijo de Imam Husein (P) y su madre fue Umm Abdullah, hija del Imam Hasan Mujtaba (P).
Todos conocían la magnificencia del Imam Baqir (P) y tanto los Hashimitas, Alawitas como los Fatimitas lo consideraban su único heredero y lo llamaban hashimí, alawi y fatimí.
Es muy conocido un dicho del Profeta (BP) en el que le dice a su compañero Yabir Ibn Abdullah Anzari: “Yabir, tu tendrás una larga vida y verás a mi hijo Muhammad ibn Ali ibn Husein ibn Ali ibn Abitalib que su nombre será Baqir; salúdalo de mi parte
El significado lingüístico de Wahî
Ibn Mandzûr en su obra “Lisân Al-‘Arab” dice: “Wahî significa señal, escritura, mensaje, inspiración y palabra oculta, y cualquier cosa que se comunica a otro. La expresión “wahâ ilaîhi wa awhâ” significa: “Le habló de una forma oculta de los demás”.
El conocido lexicólogo del siglo IV, Ibn Fâris dice: “Cualquier asunto que se haga entender a otro, de cualquier forma que sea, es llamado wahî”.
Entonces el vocablo “wahî” abarca las diferentes formas de comunicación, tales como: las señas, la voz, el sueño, la inspiración, los susurros y hacer conocer a través de la escritura. Algunos han mencionado las características de ser “oculta” y “rápida” dentro del significado de “wahî”. Los árabes, a una muerte repentina le llaman “muerte wahî”. Esta característica, que en un principio no existía, posiblemente surgió a través del uso entre los árabes, es decir, utilizando el calificativo “rápido”; en algunos casos se le ha agregado otra característica, es decir: “el ser oculto”, ya que generalmente una indicación rápida es ocultada a una tercera persona.
De todas formas, aunque no se puede negar la utilización de este término para una serie de comunicaciones rápidas y ocultas, tampoco debe aceptarse esta característica en todas las utilizaciones, ya que existen casos, incluso en el uso coránico, en los que no existe ninguna de estas dos características mencionadas (rapidez y ocultación).