La justicia y equidad en el gobierno del Imam Mahdi (P)
Leemos en un hadiz del Imam Sadiq (P): “Cuando se levanta el Qa’im (Mahdi) establece un gobierno basado en la justicia. La crueldad y la opresión serán abolidas en su tiempo. Las carreteras estarán seguras a la luz de su existencia. La tierra extrae y expone sus bendiciones y cualquier persona recibe su derecho merecido”.
La justicia es un principio fundamental en cualquier asunto, es un principio que gobierna todo el universo, y cualquier desviación de este principio tendrá consecuencias peligrosas.
La justicia es la regla del universo, y el mundo de la creación gira alrededor del eje de la justicia. Se ha narrado por el Profeta del Islam (la paz sea con él y su familia) que dijo: “Se ha establecido el equilibrio en los cielos y la tierra sobre la base de la justicia”. De hecho, el término justicia en esta narración se refiere al orden preciso que Dios ha establecido en el mundo de la creación. El hecho de que en este mundo, los planetas, las estrellas y cualquier átomo de las moléculas tienen un equilibrio en sus movimientos y siguen su propio orden es una manifestación de la justicia, en el universo.
Por lo tanto, la justicia, es la meta más importante de las sociedades humanas, pero pocos en la historia han podido ejecutarla, excepto los profetas (P) y los Imames (P) que siempre se han interpuesto en el camino para lograr la justicia en la sociedad humana, aunque siempre han enfrentado obstáculos.
La implementación de la justicia es tan importante que puede describirse como uno de los objetivos principales de los profetas. Ta mbién es digno de mención que la implementación de la justicia verdadera no será posible sino a través de los Profetas e Imames (P) y sus consejos y enseñanzas, y este hecho no tendrá lugar en todos los aspectos hasta el establecimiento del gobierno mundial del Imam Mahdi (P).
De esta manera, cuando la crueldad de la tierra se ha extendido y la humanidad se ha visto afectada por la discriminación y la corrupción y los abrumadores problemas de los seres humanos, todos se dan cuenta que sin la orientación divina no pueden confiar únicamente en sus propios poderes y sus legislaciones para erradicar la opresión e implementar la justicia social y la justicia económica en todo el mundo. En este momento, todos llegan a la completa disposición intelectual para aceptar el plan de un líder divino para curar las enfermedades de la humanidad, este paciente cansado, con sus recetas celestiales.
De hecho, una de las filosofías de prolongar la ausencia del Imam Mahdi (P) yace en el hecho de que toda la humanidad esté lista a aceptar esta regla y todos los individuos se preparen para tal gobierno justo. Esto requiere un tiempo considerable para pasar, y el mundo para ir hacia la disposición espiritual e intelectual para aceptar un gobierno universal basado en el principio de la justicia debe llegar a la conclusión que este nadie podría establecer tal gobierno, a excepción de los Profetas (P) y los Imames (P).
Por lo tanto, en la época previa a la revolución mundial del Prometido Imam Mahdi (P), el Imam (P) tiene la misión de alzar la bandera de la justicia verdadera después de que todo el mundo se da cuenta de su incapacidad para reformar el mundo y garantizar la prosperidad de los seres humanos.
La gran revolución del Imam Mahdi (P) liberará el mundo de discriminación de clases y clasificaciones divisivas económicas; guerras, derramamiento de sangre, violación, el colonialismo y la superioridad de los ricos sobre los pobres.
El comportamiento indebido y agresivo, como un factor que aleja a los jóvenes de la religión
Una de las particularidades de las personas justas y piadosas es el hecho de que ellos son personas tranquilas, cariñosas y cortezas. Se puede afirmar que los jóvenes se atraen mejor hacia la fe mediante el comportamiento cortes y cariñoso de los creyentes ya que el cariño tiene más influencia sobre los jóvenes que los argumentos duros y serios.
Nosotros hemos visto a muchas personas que cuando quieren invitar o guiar a otras personas, lo hacen con dureza y agreden, y por lo tanto, sus palabras no tienen la influencia debida, sino que su comportamiento resulta en lo contrario y aleja a la gente de la religión. Por ejemplo, a veces ocurre que un joven no realiza correctamente algunas de las prácticas islámicas y otro creyente, al ver esto, lo reprime de forma severa criticándolo con seriedad. De hecho, de esta manera no se puede enseñar a los jóvenes ni siquiera una obra recomendable del Islam.
Una mujer creyente nos narró: “Un día en el mes de Ramadán estaba en la mezquita y vi a una mujer recién casada que no sabía correctamente las leyes de la oración colectiva. Fue la primera vez que aquella mujer participaba en la oración colectiva, y fue por eso que cometió un error en la oración. Después de la oración, una anciana analfabeta y presumida, le dijo en forma agresiva “¿cómo una mujer de tu edad no sabe realizar correctamente la oración?”. Por este comportamiento de aquella anciana, la mujer salió de la mezquita y más nunca volvió.”
Al respecto, el Ayatola Makarem Shirazi narra: Un día yo mismo fui testigo de que un joven estaba recitando una súplica y sin querer pronunció incorrectamente una palabra. En este instante, uno de los participantes de aquella reunión lo criticó frente a todos y le dijo: “Si ahora una persona viene a esta mezquita y te ve recitando la súplica de esta manera, piensa que todos los participantes en esta mezquita son iletrados, tú que no sabes leer correctamente la súplica, no debes recitarla.” Aquel señor habló tan feo con aquel muchacho de 15 años que yo sentí pena, ya que ellos, en vez de agradecerle, lo criticaron de esta manera.
Para atraer a un solo joven hacia la mezquita hay que hacer muchos esfuerzos y por lo tanto, nosotros los creyentes no debemos alejarlos con este tipo de comportamiento. La mayoría de las personas que se alejan de los centros islámicos y se atraen a las ideologías anti-islámicas son los que fueron expulsados por tal tipo de comportamiento.
Si nosotros nos consideramos como seguidores de la escuela de Ahlul-Bait (P), debemos seguir la conducta de los Imames (P) para ordenar el bien y prohibir el mal. Según las narraciones, los Imames Infalibles (P) trataban a la gente con respeto e invitaban hacia el Islam con cariño y paciencia.
De la misma manera, nosotros debemos observar los códigos de la cortesía en el momento de ordenar el bien y prohibir el mal y debemos abstenernos de cualquier comportamiento agresivo, ya que tal comportamiento no tendrá más resultado que necedad de la otra parte. Si debido a nuestro mal comportamiento, un solo joven se aleja del islam, seremos interrogados en el día del Juicio final y nos castigarán por la consecuencia de nuestra acción.
La necesidad de atraer a los jóvenes hacia las mezquitas y los centros islámicos
Es de hacer notar que el primer plan del Profeta del Islam (PBD) después de su emigración a Medina fue el establecimiento de una mezquita. Esta mezquita simple, a pesar de su sencillez, fue el centro del gobierno islámico, el centro de adiestramiento del ejército, un lugar de educación para los jóvenes y ta mbién una corte para juzgar entre los musulmanes. De la misma manera, en nuestra época, las mezquitas deben tener tales funciones en las comunidades islámicas. Las mezquitas deben convertirse en escuelas para nuestros jóvenes, para purificar sus almas y educarlos de la manera islámica. Ta mbién deben ser refugios para protegerlos contra la propaganda negativa de los enemigos del Islam.
De hecho, en nuestras sociedades, hay pecados y corrupciones que contaminan nuestra alma, y es a través de las mezquitas que las personas pueden purificarse de estas contaminaciones. A la luz de esto, en primer lugar hay que atraer a los jóvenes hacia las mezquitas, y para lograr este propósito, se deben organizar diferentes programas educativos y divertidos para ellos, entre ellos, reu n i o nes, excursiones, viajes de peregrinación e incluso programas deportivos en las mezquitas y en los centros islámicos.
Ta mbién, se recomienda establecer bibliotecas y organizar reu n i o nes para ensenar el Corán a los jóvenes en las mezquitas. De esta manera, en las mezquitas nunca faltan la participación activa de la juventud.
Incapacidad del ser humano para agradecer a Dios
Para agradecer a Dios, en primer lugar hay que conocer las bendiciones de Dios y tomarlas en consideración. Los Teólogos Islámicos dicen que el agradecimiento tiene tres etapas. La primera es el agradecimiento cordial, que significa pensar y reflexionar sobre las bendiciones de Dios. La segunda etapa es el agradecimiento verbal; es decir, agradecer a Dios verbalmente. Y la tercera etapa es el agradecimiento práctico. En otras palabras, el hombre debe tratar de agradecer a Dios practicando obras buenas que Lo complacen.
Como las bendiciones de Dios son innumerables, el ser humano nunca puede lograr agradecerle a Él por todas estas bendiciones. Sin embargo, debe tratar de hacerlo en la medida de lo posible. Al respecto, el Imam Husain (P) dice en una parte de la súplica de ‘Arafat: “Oh Dios, si yo decidiera agradecerte por Tus bendiciones, e hiciera todo mi esfuerzo durante mi vida por este agradecimiento, no podría darte las gracias a Ti; ni incluso por una sola bendición, aunque viviera durante todos los tiempos y épocas”.
Actos que anulan el ayuno
Actos que anulan el ayuno:
1) Comer y beber.
2) El coito.
3) La eyaculación voluntaria.
4) Mentir sobre Dios, el Profeta (la paz sea sobre él y su descendencia) y su bendita familia.
5) Aspirar polvo y llevarlo a la garganta.
6) Sumergir toda la cabeza en el agua.
7) Quedarse en estado de impurificación por eyaculación, por menstruación (ya finalizada) o por estado de post-parto (ya concluido) hasta la llamada a la oración del alba.
8) Hacerse un enema con líquidos.
9) El vómito voluntario.
10) La menstruación de la mujer
11) Viajar, dependiendo de la cantidad de Km. y del horario de salida y de llegada