Incapacidad del ser humano para agradecer a Dios
Para agradecer a Dios, en primer lugar hay que conocer las bendiciones de Dios y tomarlas en consideración. Los Teólogos Islámicos dicen que el agradecimiento tiene tres etapas. La primera es el agradecimiento cordial, que significa pensar y reflexionar sobre las bendiciones de Dios. La segunda etapa es el agradecimiento verbal; es decir, agradecer a Dios verbalmente. Y la tercera etapa es el agradecimiento práctico. En otras palabras, el hombre debe tratar de agradecer a Dios practicando obras buenas que Lo complacen.
Como las bendiciones de Dios son innumerables, el ser humano nunca puede lograr agradecerle a Él por todas estas bendiciones. Sin embargo, debe tratar de hacerlo en la medida de lo posible. Al respecto, el Imam Husain (P) dice en una parte de la súplica de ‘Arafat: “Oh Dios, si yo decidiera agradecerte por Tus bendiciones, e hiciera todo mi esfuerzo durante mi vida por este agradecimiento, no podría darte las gracias a Ti; ni incluso por una sola bendición, aunque viviera durante todos los tiempos y épocas”.
Actos que anulan el ayuno
Actos que anulan el ayuno:
1) Comer y beber.
2) El coito.
3) La eyaculación voluntaria.
4) Mentir sobre Dios, el Profeta (la paz sea sobre él y su descendencia) y su bendita familia.
5) Aspirar polvo y llevarlo a la garganta.
6) Sumergir toda la cabeza en el agua.
7) Quedarse en estado de impurificación por eyaculación, por menstruación (ya finalizada) o por estado de post-parto (ya concluido) hasta la llamada a la oración del alba.
8) Hacerse un enema con líquidos.
9) El vómito voluntario.
10) La menstruación de la mujer
11) Viajar, dependiendo de la cantidad de Km. y del horario de salida y de llegada
Significado del arrepentimiento desde el punto de vista del Imam Sayyad (P)
El arrepentimiento es en verdad una de las oportunidades que Dios Le otorga a Sus siervos para volver y compensar sus faltas. El Imam Sayyad (P) dice en la letanía de los arrepentidos (Munayat al-Ta’ibin): “Oh Dios! Eres Tú el que abre la puerta del arrepentimiento frente a la gente. Eres Tú quien dijo: ¡Oh, creyentes! Volveos a Dios con un arrepentimiento sincero”.
Los Eruditos de la Ética Islámica consideran el arrepentimiento como el primer paso para purificar el alma. Incluso, algunos de los Sabios de la Jurisprudencia Islámica sostienen que es obligatorio arrepentirse inmediatamente después de cometer un pecado, y luego de ello, es necesario tratar de compensarlo de la mejor manera posible.
En otra parte de la letanía de los arrepentidos, el Imam Sayyad (P) invoca a Dios con las siguientes palabras: “Oh Dios, mis faltas me han cubierto con una vestimenta de humillación, y mis pecados han tomado la vida de mi alma. Oh Dios, vivifica mi alma con el arrepentimiento”.
Según esta súplica, el alma del ser humano puede morir por los pecados; hasta tal punto que el hombre alcanza una vida material sin gozar de ningún aspecto espiritual. Es por lo tanto; que algunas personas no escuchan ningún consejo, ya que el consejo no puede influenciar en las almas muertas. Sin embargo, según las palabras del Imam (P) el arrepentimiento es el remedio de este problema. Es decir; el hombre puede vivificar su alma mediante el arrepentimiento, y así puede volver a Dios y empezar de nuevo.
El arrepentimiento verdadero significa volver hacia Dios tratando de compensar los pecados cometidos sin tener intención de repetirlos. Dios, por Su misericordia acepta el arrepentimiento de aquellos que se arrepienten verdaderamente y les recomienda que no desesperen de Su misericordia. Dios siempre nos da oportunidades para volver y nos ha abierto muchas puertas hacia la prosperidad. ¿Por qué nosotros no pasamos por estas puertas y no volvemos hacia Él? ¿Por qué huimos de Dios mientras que Él es el Perdonador y acepta nuestro arrepentimiento?
Hay un famoso poema persa que dice: “Si has roto tu arrepentimiento más de cien veces, vuelve y no desesperes. Si has sido pagano, incrédulo e idólatra, vuelve y no desesperes. En el Reino de Dios no cabe ninguna desesperanza”.
Vale la pena mencionar, que algunas personas cuando rompen su arrepentimiento, desesperan por la misericordia de Dios y suponen que Él más nunca las vas a perdonar. Esa es una idea pesimista y errónea acerca de Dios. Si el hombre rompe su arrepentimiento y repite algún pecado, debe volver otra vez y no debe perder su esperanza en la misericordia de Dios; ya que es posible que tal vez, después de varios arrepentimientos, pueda abandonar este pecado para siempre.
Un vistazo a las valiosas obras del Imam Sayyad (P)
Uno de los preciosos legados que el Imam Sayyad (P) dejó para nosotros, fue una serie de letanías conocidas como Munayat Jams ‘Ashar (las quince letanías). Así; como su obra más destacada, el libro de Sahifa Sayyadiya que contiene súplicas y letanías trasmitidas por el Imam Sayyad (P). Este libro contiene 54 súplicas y aunque se presentan en forma de súplicas, contienen una gran parte de las enseñanzas islámicas, tales como: la teología, la ideología, la antropología, el mundo invisible, los ángeles, las misiones de los Profetas (P), la posición del Profeta Muhammad (PBD) y Ahlul-Bait (P), el Imamato, las virtudes morales y los vicios, las festividades islámicas, las cuestiones sociales y económicas, los relatos históricos, las bendiciones de Dios y los protocolos más recomendables relacionados con la súplica, sobre la recitación coránica, sobre la oración, sobre la adoración, entre otros que han sido mencionados dentro del marco de las súplicas. Algunos Eruditos Musulmanes creen que el Sahifa Sayyadiya es el mayor tesoro de conocimientos divinos después del Corán y el Nahyul Balaga.
Una de las súplicas más famosas del Sahifa Sayyadiya es la súplica de Makarim al-Ajlaq, en donde rogamos a Dios que nos otorgue las virtudes morales, y nos aleje de los vicios y los defectos. En esta súplica, el Imam Sayyad (P) menciona una serie de defectos y le aconseja a los creyentes que se alejen de ellos; y en otra parte, menciona una serie de nobles cualidades morales y alienta a los creyentes que sigan sus consejos para ganar estas cualidades. Esta súplica es la vigésima súplica del Sahifa Sayyadiya. Se puede afirmar que esta súplica es una verdadera lección para enseñar el estilo de vida islámico a los individuos y a la sociedad.
Otra súplica que se recomienda a los buscadores de la perfección y la auto-purificación es la letanía de los arrepentidos (Munayat al-Ta’ibin) que se encuentra entre las quince letanías del Imam Sayyad (P). Además de ello, el Imam Sayyad (P) ha trasmitido una serie de súplicas dedicadas a los días de la semana. Estas súplicas, a pesar de que son cortas, contienen profundos contenidos y enseñanzas para formar el estilo de nuestra vida y alcanzar la prosperidad eterna.
Ta mbién, encontramos entre las obras del Imam Sayyad (P) el libro de Risala al-Huquq (Tratado sobre los Derechos) un libro muy particular. Este tratado contiene más de 50 derechos de cualquier individuo hacia los demás, y es en realidad un tratado de conductas morales, tanto en la vida personal, como en la social. Los derechos explicados en este tratado abordan diversas relaciones sociales de cualquier individuo; al igual que los deberes en relación a los padres, cónyuge, hijos, vecinos, maestros, estudiantes, creyentes, el Imam de la Oración Colectiva, el Gobierno, etc.
El deseo del martirio, la cima de la fe del honorable Abbas (P)
Sin duda, el coraje y la valentía tienen sus raíces en la fe. De hecho, el coraje proviene de los efectos de la creencia en Dios, porque el creyente, confiando en Dios, cuyo poder está por encima de todos los poderes, triunfa en todos los campos. Pero aquellos que tienen debilidad en su fe, confían en su propio poder, que sin embargo, muy pronto se ven incapaces de triunfar en algunos campos, y por esta razón, el miedo y el horror en los momentos cruciales de la vida domina sobre ellos.
Se puede afirmar que la fe en la resurrección tiene un profundo efecto educativo en los seres humanos, lo que les da valor y coraje. La fe hace que sea fácil tolerar todo tipo de problemas, y de esta manera, el creyente está dispuesto a sacrificar no solo su “propiedad", sino ta mbién su alma con sinceridad y el anhelo hacia el martirio en el campo del Yihad.
El coraje y la valentía de Abu al-Fazl al-Abbas (P) en el día de Ashûra se han registrado en líneas doradas y brillantes durante la historia. Se ha narrado que cuando los soldados de Umar Ibn Sa’d lo rodearon y le tiraron flechas, el Honorable Abbas (P), aunque estaba herido, recitó estas epopeyas:
No temo a la muerte, aunque me acerque… sigo resistiendo hasta que las espadas me bajen sobre la tierra.
Sin lugar a dudas, las palabras significativas del honorable Abbas, la paz sea con él, indican su sumisión ante Dios y su determinación para realizar la misión divina con sinceridad, y en este camino, estaba dispuesto a darle la bienvenida al martirio y la muerte.