Los creyentes son hermanos
La Hermandad Musulmana y la amistad islámica son de los principios islámicos más esenciales que han existido desde el comienzo del Islam, y el Profeta (la paz sea con él) los predicó y difundió tan pronto como estableció el gobierno islámico. El Profeta (PBD) transformó la sociedad ignorante y corrupta de la época pre-islámica en una sociedad civilizada con seguridad, fe, fraternidad y hermandad.
En este sentido, el Profeta (PBD) dice: “Los musulmanes son hermanos y de la misma sangre".
Por lo tanto, la aleya “إناما المؤمنون إخوة” (Ciertamente los creyentes son hermanos) es una de las consignas islámicas fundamentales que considera a los musulmanes de cualquier raza, tribu e idioma como hermanos en cualquier tiempo y época.
En otras palabras, el Islam considera a todos los musulmanes como los miembros de una familia, y en las enseñanzas proféticas, se ha hecho demasiado hincapié en este tema. El Profeta (PBD) dijo: “El musulmán es el hermano del otro musulmán, nunca lo oprime, nunca deja de ayudarlo, y no lo deja solo en los problemas".
En otra narración, se ha narrado que el Profeta (la paz sea con él) dijo: “El ejemplo de dos hermanos creyentes es como el de las dos manos de un cuerpo, cada una lava la otra".
Cabe señalar que hay dos tipos de hermandad en el Islam, una es la hermandad en su sentido general que es común entre todos los musulmanes, y la otra es la hermandad islámica en su sentido específico, que se obtiene a través del pacto de hermandad entre los creyentes. Sin embargo, cada uno de estos dos tipos de hermandad, conlleva ciertos deberes y compromisos para los creyentes.
Un ejemplo de este tipo de hermandades es el pacto de hermandad que el Profeta (PBD) estableció cinco meses u ocho meses después de su emigración a Medina, entre un grupo de 45 o 50 inmigrantes, con el mismo número de Ansar. Según los informes históricos y las narraciones auténticas, en este evento, el Profeta (PBD) y el Imam Alí (P) establecieron un pacto de hermandad entre sí.
Este pacto de hermandad era tan profundo y arraigado entre los primeros musulmanes que incluso algunos de ellos dejaron herencia para su hermano musulmán, hasta que fue revelada la aleya 75 de la Sura al-Anfal donde Dios declaró que los familiares por vínculo sanguíneo tienen más prioridad.”
Por lo tanto, el Corán eliminó la barrera más grande para la creación de la unidad islámica, rechazando los privilegios raciales, tribales y diferencias de clase, y así, allanó el camino para el gobierno de la unidad a la luz de una sola ley.
Hoy en día, los efectos de este tipo de enseñanzas se manifiestan durante el ritual del Hayy, donde millones de musulmanes de diferentes razas, idiomas y colores, aunque en su apariencia hay menos puntos en común entre ellos, se ven unidos alrededor del mismo eje.
Esta hermandad no fue exclusiva de los primeros musulmanes de la época del Profeta (PBD), sino que puede extender su sombra sobre más de mil millones de musulmanes en el mundo de hoy, de diferentes razas y grupos étnicos. De hecho, ningún eslabón de conexión puede unir a esa variedad de personas sin tener en cuenta el principio de la hermandad islámica, aunque se organicen muchos congresos y seminarios sobre la unidad.