La Interpretación Ejemplar del Sagrado Corán; Sura al-Ijlâs (El Monoteísmo) - Nº 112
Contenido y mérito de su lectura
Como su nombre lo indica, esta sura se refiere a la Unicidad de Dios, comprendida en tan sólo cuatro breves aleyas.
Su descripción es tan grandiosa, que no requiere en absoluto de ningún agregado. Relató Imam As-Sâdeq (P), respecto a la ocasión de su revelación, que los judíos habían rogado al Profeta (PB) que les describiera a Dios. Él mismo aguardó durante tres días, que la respuesta le fuera revelada. La Sura al-Ijlâs, es el capítulo que refuta el interrogante hecho al Profeta (PB).
De acuerdo a algunos hadices, el que inquirió al Profeta (PB), había sido un renombrado jefe judío llamado ‘Abdul·lâh Ibn Suria y según otros ‘Abdul·lâh Ibn Salâm, quien luego de la revelación creyó, aunque debió ocultar su fe.
Otra versión sostiene, que los que preguntaron fueron los inicuos de La Meca[1] y una más, considera que fue un grupo de cristianos de la ciudad de Naÿrân. Podríamos afirmar, que ninguna de estas versiones se contradice, dado que probablemente aquella pregunta, haya sido formulada por cada uno de los citados. La majestuosidad de esta sura es tal, que muy escuetamente, responde los interrogantes de simples individuos, así como de pueblos enteros.
Dijo el Profeta (PB) respecto a su mérito: “¿Por ventura ,alguno de vosotros sería capaz de leer un tercio del Corán, todas las noches?”. Respondió uno de sus discípulos que estaba presente: “¿Quién podría hacerlo ¡oh Enviado de Dios (PB)?”. Agregó entonces el Profeta (PB): “Iqra’û qul huwal·lâhu ahad” - “Leed (la sura) qul huwal·lâhu ahad” (es decir, Al-Ijlâs)”.
Dijo el Imam As-Sâdeq (P): Cuando el Enviado de Dios (PB) efectuó la oración del difunto, por Sa‘d Ibn Ma‘âdh (uno de sus fieles), dijo: “Setenta mil ángeles incluido Gabriel, oraron por él. Inquirí entonces a Gabriel: ¿Cuál fue el motivo que los llevó a hacerlo?”, y respondió: “El motivo fue la recitación de la Sura al-Ijlâs. Él la recitaba, ahí donde se encontrara: sentado, de pie, montado, a pie y en cualquier situación y circunstancia.” [2]
Del Imam As-Sâdeq (P): “Se dirá a quien transcurra un día y una noche, sin incluir la Sura al-Ijlâs al menos en una de las oraciones obligatorias: ¡Oh siervo de Dios, no te cuentas en el número de los orantes!”. [3]
Dijo el Profeta Muhammad (PB): “Quien cree en Dios y en el Juicio Final, no debe olvidar la recitación de esta sura luego de cada oración, ya que a quien lo haga el Altísimo le concederá la felicidad, tanto en este mundo como en el otro y lo perdonará a él, a sus padres y a sus hijos”. [4]
En otro dicho: “Recitarla al entrar en el hogar, aumenta el sustento y aleja la pobreza”. [5]
Existen innumerables dichos, respecto al mérito de su lectura y nos sería imposible citarlos todos. Es por ello, que sólo hemos hecho una breve reseña. Puede que surja una pregunta respecto a uno de ellos:
¿Por qué la sura, equivale a un tercio del Corán? Los sabios dicen que el Corán, está compuesto por tres partes esenciales, a saber:
“Ahkâm” (mandatos), “‘Aqâ’id” (creencias) y “Ta’rîj” (historia).
En conclusión, la sura sería, una síntesis del segundo punto.
Otros sostienen que el Corán, abarca tres temas: “Mabda’” (El principio y origen de todas las cosas), “Ma‘âd” (La Resurrección), y todo lo creado por el “Mabda”, hasta el Día del Juicio. La sura, sería el desarrollo del primer tema.
Cierta vez, preguntaron al Imam ‘Alî Ibn al-Husein (P), acerca del significado de esta sura y respondió: “Ciertamente, Dios Todopoderoso y Majestuoso, sabía que en los últimos tiempos, los pueblos profundizarían más en los temas y por ello reveló esta sura y las primeras aleyas de la Sura al-Hadîd hasta donde dice: “Dios es conocedor de las intimidades de los corazones”, (Todo esto abarca el monoteísmo). Se verá destruido, quien ahonde más en la Esencia de Dios.”[6]
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[1] Al-Mizân, t. 20, p. 546.
[2] Maÿma‘ al-Baiân, t. 10, p. 561.
[3] Ídem, y otros libros de Tafsîr y Hadîz.
[4] Ídem.
[5] Ídem.
[6] Usûl al-Kâfî, t. 1, hadiz 3.