Reglas acerca del Hiyab
El cubrimiento de la mujer frente a los hombres no-Mahrams
Es obligatorio para la mujer cubrirse todo el cuerpo frente a los hombres no-Mahrams, a excepción de la cara y las manos hasta las muñecas. Así como ta mbién; la mujer no debe vestirse con ropas ajustadas u ornamentales frente a los hombres no-Mahrams.
LOS BENEFICIOS DE CONVERTIRSE AL ISLAM
? Alcanzar la Paz Interior
En un mundo de excesivo materialismo, los seres humanos están insatisfechos y espiritualmente vacíos. Someter su voluntad a Dios lleva a algo que todos buscan: paz interior y tranquilidad. Los humanos están formados de dos componentes, uno es el cuerpo físico y el otro es el alma. El cuerpo físico se nutre de los alimentos, pero el alma necesita una conexión con Dios para su satisfacción. Adorar a Dios da satisfacción al alma.
“Los que creen y tranquilizan sus corazones por medio del recuerdo de Allah. ¿Pues no es acaso con el recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones?” .
? Tener una Relación Directa con Dios
Al aceptar el Islam, uno forma una relación personal y directa con Dios. Esta estrecha amistad con Dios lo llevará a enfrentar los desafíos y las pruebas de esta vida y la próxima. El conocimiento de que Dios está contigo en todo momento es un gran alivio y cada vez que enfrentas un desafío en la vida, puedes confiar en Él para resolverlo por ti.
“¿No es cierto que los amigos de Allah no tendrán que temer ni se entristecerán?” .
? Descubrir el Propósito de la Vida
Convertirse al Islam significa que estás en el camino de cumplir el propósito de tu vida. La verdadera razón por la que Dios nos creó es para adorarlo. El Islam te enseña cómo adorar a Dios y acercarte a Él:
“Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que me adoren.”
? Todos los Pecados son Perdonados
Al convertirse al Islam, todos los pecados anteriores son perdonados. Un nuevo musulmán es como un bebé recién nacido. Cualquiera que sea el pecado que hayas cometido, no importa cuántas veces lo hayas hecho o cuán grande haya sido, Dios puede perdonarlo. Dios ama perdonar; los humanos pueden cansarse de pedir, pero Dios nunca se cansa de dar.
“Di: ¡Siervos míos Que os habéis excedido en contra de vosotros mismos, no desesperéis de la misericordia de Allah, es verdad que Allah perdona todas las faltas, pues Él es el Perdonador, el Compasivo!”
? Felicidad Eterna
El mayor beneficio es que a un musulmán Dios le promete la recompensa del Paraíso eterno (el Cielo). Aquellos que son bendecidos con el Paraíso vivirán eternamente en dicha sin ningún tipo de enfermedad, dolor o tristeza. Dios estará complacido con ellos y ellos estarán complacidos con él. En el paraíso, hay placeres que ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado y ninguna mente humana jamás ha pensado. Será una vida muy real, no solo espiritual, sino física ta mbién.
“Toda alma probará la muerte. Y el Día del Levantamiento se os pagará cumplidamente la retribución que os corresponde. Quien sea alejado del Fuego e introducido en el Jardín, habrá triunfado. La vida de este mundo no es sino el disfrute engañoso de lo que se acaba.”
Inna anzalnah fi lailatil qadr
La noche del decreto, noche del descenso del Corán
Entendemos de las aleyas coránicas, que el generoso Corán ha sido revelado en el sagrado mes de Ramadán. (Corán: 2:185)
En la primer aleya de la sura “Al Qadr”, dice:
Inna anzalnah fi lailatil qadr
“Ciertamente, lo hemos revelado en la noche del Decreto".
Aunque explícitamente no esté mencionado el nombre del Corán en la aleya, no hay dudas de que se refiere a él, y esta aparente imprecisión se debe a su majestuosidad y grandeza.
La expresión: “Hemos descendido", ta mbién señala la grandeza de este gran libro celestial, ya que Dios, se atribuye su descenso.
El descenso del Corán en la noche del Decreto, la misma noche en la cual se determina el destino de las personas, es otra prueba de la trascendencia de este libro sagrado.
Al ser puesta esta aleya, junto a la aleya de la Sura “La Vaca", se concluye que la noche del decreto corresponde a las noches del mes bendito de Ramadán, pero no se hace referencia a cuál de las noches corresponde.
La Interpretación de la sura Al-Qadr (El Decreto) Nº 97
La sura ha sido revelada en la Meca, consta de cinco aleyas.
El contenido y el mérito de la misma
El contenido de la sura, así como su nombre lo indica, es el descenso del generoso Corán en la noche de Qadr y luego, la explicación, (baian), de la trascendencia de la noche de Decreto, sus bendiciones y sus efectos.
En cuanto al lugar de su descenso, es conocido entre los exegetas del Corán, que es una sura mequinense.
Sin embargo, algunos dan la probabilidad de que ha sido revelada en Medina, por una narración que cuenta que el enviado de Dios (PB), soñó que los Bani Omeyas subían a su púlpito. Este sueño lo entristeció. Tras ello descendió la sura “El Decreto”, consolando al Profeta (PB). -Por lo tanto, algunos interpretan que los mil meses a los que se hace referencia en la sura, son los mil meses que duró el gobierno de los Bani Omeyas-
Además, se sabe que la mezquita y el púlpito se constituyeron en Medina y no en la Meca["Ruhul Ma’ani", Tomo XX X, pág. 188, y “Durrul Manzur", Tomo , pág. 371.]. No obstante, la versión más aceptada, es que su revelación fue en la Meca y esta narración del sueño del Profeta (PB), puede referirse no a la revelación en sí misma, sino a la aplicación de la sura tanto en relación a este hecho como a otros hechos.
En cuanto al mérito de su lectura, dijo el enviado de Dios (PB): “Quien la recite, es como si hubiera ayunado durante todo el mes de Ramadán y permanecido en vela en la noche del Decreto."[ Mayma’ul Baian, Tomo 10, p. 518]
Leemos en otro dicho del Imam Baqer (P): “Quien la recite en voz alta, es como si hubiera luchado en el camino de Dios, y quien la recite en voz baja, es como si derramara su sangre en el camino de Dios".
Es obvio que tanto mérito, no corresponde a una mera lectura, sino que es para quien la recite, entienda y practique, enaltezca al Corán y aplique sus aleyas en su vid
LA RECIEN NACIDA DE LA REVELACION
El día viernes, 20 de Yamadiuz Zani, cinco años después de que el Profeta fuera designado como tal, bajo el cielo del Hiyaz, en los declives de las rocosas montañas de La Meca, frente al panorama de la Ka’ba, en la Casa de la Revelación, en el sitio que el Profeta iluminaba cuando recitaba versículos del Corán, en la casa que los ángeles conocían muy bien y frecuentaban, en la casa donde la voz celestial del Profeta, cuando oraba mañana y tarde, vinculaba su suelo al cielo, en la casa que fuera esperanza de los huérfanos, en el lugar al que se abocaban los desamparados, en el refugio de los desterrados, en la casa del Profeta y de Jadiyah, nació una bella niña… la hija de Muhammad.
La manifestación de la pureza, la humanidad hecha mujer, la igual de Alí (P), la Señora de las mujeres del universo, Fátima, llegó a este mundo. La casa del Enviado de Dios (BP) fue la institución de amor y cariño. En aquellos días, cuando el Profeta atravesaba las dificultades propias de su lucha por salvar a los hombres, como una brisa suave, acariciaba los agotados semblantes de sus padres y minimizaba el dolor de los días más penosos del Mensaje.
¡Qué hermoso que una niña fuera tan valorada! De la cual dijera el Enviado de Dios: “Es mi alma… Cuando anhelo oler el perfume del paraíso me acerco a Fátima".
Esto no es nada extraño tratándose de Fátima, ya que ella conforma el grupo al cual Dios hace referencia y elogia en el Sagrado Corán, cuando dice:
«ALLAH SOLO QUIERE ALEJAR DE VOSOTROS LA IMPUREZA, ¡OH GENTE DE LA CASA (PROFETICA)!, Y PURIFICAROS DE SOBREMANERA »