Imam ‘Ali (P):Infancia y período en Meca
El Imam ‘Ali (P) nació el 13 de Rayab, doce años antes del comienzo de la revelación del mensaje del Islam al noble Profeta (BP), en el interior de la Kaaba. Sólo tenía seis años cuando una terrible crisis económica sacudió la ciudad del Quraish y Abu Talib, el padre del Imam, fue duramente afectado. Por una parte, tenía una familia numerosa y su situación social le exigía que su casa estuviese abierta a todos los necesitados y los huéspedes de paso. Es entonces cuando Muhammad (BP) y su tío Al-Abbas (respectivamente sobrino y hermano de Abu Talib) fueron a verlo y le propusieron ayudarle tomando a su cargo dos de sus hijos: Muhammad (BP) se encargó de ‘Ali (P) y Al-Abbas de Yáfar.
A la edad de seis años, ‘Ali fue educado por Muhammad (BP). En el sermón de al-Qasi’a, el Imam describió la forma en que se hicieron cargo de él: «Conocéis mi posición respecto al Mensajero de Allah (BP), mi proximidad a él, mi estatus particular. Me cogía en sus rodillas cuando yo era aún pequeño, me abrazaba, me arropaba en su cama, tocaba su cuerpo, respiraba su perfume, masticaba el alimento antes de dármelo para tragar, nunca me vio mentir, ni obrar de manera tonta… Yo lo seguía como una cría de camello sigue a su madre, cada día me hacía descubrir un nuevo aspecto de su carácter y me ordenaba tomarlo como ejemplo».( Nahy al-Balagha, sermon al -Qasi’a.)
Fue así como el Mensajero de Allah (BP) cuidó de su educación, inculcándole las cualidades morales necesarias, formándolo en una vida espiritual elevada. ‘Ali fue el único en seguir al Mensajero (BP) en su retiro en Hira’. El Imam dijo: «Yo oía el grito de Shaitán cuando la revelación descendió sobre el Mensajero (BP), dije: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Qué es lo que grita?» él (BP) respondió: «Es Shaitán que desespera. Tu oyes lo que yo oigo, ves lo que yo veo, pero tú no eres profeta, tú eres ministro, y estás en la verdad».
Cuando el Profeta (BP) recibió la revelación y su misión, se lo comunicó a Jadiya, su esposa y a ‘Ali. No lo invitó al Islam porque ya estaba en él pues nunca formó parte de los yahilin. Le informó de su misión y ‘Ali simplemente le dijo que creía en ella con toda certeza. Comenzó entonces a recibir del Profeta (BP) las enseñanzas del Islam, a ejecutarlas y a materializarlas. A medida que se transmitía la revelación aprendía los detalles de los juicios y las responsabilidades que debía asumir. Cuando se ordenó al Mensajero de Allah (BP) advertir y transmitir el mensaje a sus próximos, fue ‘Ali el encargado de invitar a los miembros del clan a una comida. Invitó a cuarenta hombres del clan de los Banu ‘Abdul-Muttalib y después de la comida, el Mensajero (BP) anunció la revelación. Dijo: «¡Oh hijos de ‘Abdul Muttalib! no conozco a ningún hombre de entre los árabes que haya traído para su pueblo nada mejor que lo que yo os he traído. Os traigo lo bueno de esta vida y de la otra y Allah me ha ordenado llamaros hacia Él. ¿Quién de entre vosotros quiere convertirse en mi hermano, mi regente y mi sucesor?» Abu Lahab le amenazó mientras que Abu Talib lo acogió favorablemente diciendo: «Haz lo que se te ha ordenado, y te protegeré». El mensajero (BP) hizo la pregunta una segunda y una tercera vez, pero nadie le respondió. ‘Ali se levantó y dijo: «¡Yo seré tu apoyo, oh Profeta de Allah!» El Mensajero se volvió hacia él y le dijo: «Siéntate, tú eres mi hermano, mi legatario, mi ministro y mi sucesor»(Hadiz relatado por al-Baihaqi, az-Za’labi, at-Tabari, Ibn al-Athir, Ibn Hanbal, an-Nisa’i…).
Después de la muerte de Abu Talib, los ataques de los Quraishitas contra el Mensajero (BP) y sus seguidores se aumentaron. El Mensajero (BP) tuvo que pasar por la prueba de la muerte de su esposa Jadiya en el momento en que los quraishitas mostraban más oposición. Habían decidido matar al Profeta (BP), pero el ángel Gabriel le previno del plan que habían hurdido contra él y le dijo que emigrara. Fue entonces cuando ‘Ali, para proteger la marcha del Profeta (BP), se acostó en su lugar, dejando creer a los quraishitas que habían venido para ejecutarle, que el Mensajero aún se encontraba ahí. No fue sino hasta la mañana que se descubrió la trampa que les habían tendido, pero el Profeta (BP) ya estaba muy lejos. Antes de acompañar a la familia del Profeta (BP) a Medina ‘Ali fue el encargado de repartir entre los interesados los bienes en depósito.
La ciudad de Medina pasaba por un período de construcción y de guerras defensivas para la comunidad musulmana. ‘Ali participó en numerosas batallas. En el curso de la de Al-Ahzab, se presentó voluntario para desafiar a ‘Amru que estuvo a punto de entrar en Medina. Emprendió una lucha a duelo y salió vencedor. El Mensajero (BP) declaró entonces: «Esta es la mejor acción de mi comunidad hasta el día de la Resurrección».
En Jaibar, el Mensajero (BP) confió la dirección del ataque a ‘Ali, después de decir: «Daré el estandarte a un hombre que ama a Allah y a Su Mensajero y que es amado por Allah y por su Mensajero» (Hadiz relatado por Abu Huraira e Ibn al-Abbas).
Participó en todas las batallas del Islam salvo en la de Tabuk, cuando el Profeta (BP) se lo requirió, prefiriendo confiarle la dirección de Medina durante su ausencia.
La persona vanidosa tiene muchos enemigos
La juiciosa mente de un hombre sabio es la custodia más segura de los secretos. Un semblante agradable y transparente consigue más amigos. La paciencia y contención disimulará muchos defectos.
Se ha dicho que este Hazrat ‘Ali (P) ta mbién dijo: Preguntar es el medio para cubrir los defectos. La persona vanidosa tiene muchos enemigos.
Dicho 6, Nahyul Balagha
Imam ‘Ali (P), patrimonio de todos musulmanes
Ibn ‘Abbas narra que en cierta ocasión el Profeta Muhammad (PBd) dijo: “Yo soy una ciudad de sabiduría y ‘Ali la puerta de ésta. Aquél que ande en busca de conocimiento lo encontrará en ‘Ali”. Esta no es más que una de las múltiples ocasiones en las que el Profeta se refirió a este hombre, del cual en los próximos días conmemoraremos un aniversario más de su nacimiento, de una manera como jamás se refirió a ningún otro. No es más que una de las múltiples ocasiones a lo largo de su vida, en las que el Profeta (PBd) destacó las virtudes de Imam ‘Ali (P), como jamás destacó las de ningún otro.
No es más que una de tantas, pero por sí misma debería bastar a los musulmanes para entender claramente cual era el camino trazado por el Profeta (PBd) para la ummah. Para la ummah sí, no para ninguna parte en especial de la misma, sino para toda la ummah.
Desgraciadamente los acontecimientos que se produjeron tras la muerte del Profeta (PBd) y el ascenso al poder sobre los musulmanes, pocos años después de este fallecimiento, de los mismos quraishitas ahora travestidos de musulmanes que tanto habían luchado contra el Profeta Muhammad (PBd) y su Mensaje, separaron a la ummah del conocimiento de esta figura del Islam como lo es Imam ‘Ali (P). Desgraciadamente los decenios de gobiernos omeyas con sus maldiciones y sus mentiras, ocultaron la realidad y ciertamente consiguieron que sólo una parte de la ummah pudiera resistir el velo de la injuria y la infamia.
Pero de todo esto han pasado ya muchos siglos, incluso algún milenio, y la verdadera figura de Imam ‘Ali (P) sigue sin ser conocida por la mayoría de la ummah. No se trata de un ranquin de popularidad, el problema es mucho más profundo, se trata de poder alcanzar o no la puerta que nos abrió el Profeta Muhammad (PBd). Se trata de poder entrar directamente en su ciudad, o de toparnos con sus muros, o de intentar atajos que no conducen a ningún sitio.
Por: Mikail Alvarez Ruiz
La oración y sus efectos
Dijo el Mensajero de Dios (BP): No hay noche sin que el ángel de la muerte proclame: “¡Oh gente de los sepulcros! ¿A quien envidiáis hoy luego de haber visto claramente lo que es el más allá?”. Ellos responden: “Envidiamos a los creyentes en sus mezquitas, puesto que ellos rezan y nosotros no rezamos; ellos dan el zakât y nosotros no lo hacemos; ellos ayunan en el mes de Ramadán y nosotros no ayunamos; ellos dan limosna con lo que les sobra luego de cubrir los gastos de su familia, mientras que nosotros no damos limosna…”.
Fuente
Irshâd Al-Qulûb, p.53
قالَ رَسُولُ اللهِ (صلّی الله علیه وآله وسلّم): ما مِنْ لَيْلَة اِلاّ وَمَلَكُ الْمَوْتِ يُنادى يا اَهْلَ الْقُبُورِ لِمَنْ تَغْبِطُونَ الْيَوْمَ وَقَدْ عايَنْتُمْ هَوْلَ الْمُطَّلَعِ، فَيَقُول الْمَوْتى اِنَّما نَغْبِطُ الْمُؤْمِنينَ في مَساجِدِهِمْ لاِ نَّهُمْ يُصَلُّونَ وَلا نُصَلّى، وَيُؤْتُونَ الزَّكاةَ وَلا نُزَكّى، وَيَصُومُونَ شَهْرَ رَمَضانَ وَلا نَصُومُ، وَيَتَصَدَّقُونَ بِما فَضَلَ عَنْ عِيَالِهِمْ وَنَحْنُ لا نَتَصَدَّق…
no conozco un joven entre los árabes
Del Profeta del Islam (BPD):
“¡Oh, hijos de Abdul Muttalib! ¡Por Dios!, no conozco un joven entre los árabes que haya traído a su pueblo algo mejor de lo que les he traído. Os he traído el bien de este mundo y del otro. Dios Altísimo me Ha ordenado que os convoque hacia El.”
book:Al-Haiat (La Vida)T.1 - Al Gadir, tomo II, pág.279