Cuál es la señal de vuestro Qâ’im al momento de su levantamiento y manifestación
Le preguntaron al Imam ar-Ridâ (P) y el Imam (P) respondió:
_“Su señal es que su edad es considerable, pero su fisonomía es la de un joven, de forma que si alguien lo ve, piensa que tiene cuarenta años o menos. Otra de sus señales es que el transcurso del tiempo no lo envejece, hasta que le llegue la hora de su muerte”_
An-Nu‘mânî, Al-Gaibah, p. 318; Bihâr al-Anwâr, t. 52, p. 364
El derecho del vecino
El Mensajero de Dios(PBD), le dijo a uno de sus compañeros:
¿Sabes cuáles son los derechos del vecino?
El hombre respondió : No, no lo sé.
El Profeta(PBD) dijo:
Si te pide ayuda, ayúdalo.
Si te pide un préstamo, dale el préstamo.
Benefícialo, si es pobre.
Si está de luto , dale tus condolencias.
Si lo ves bien, deséale un mejor estado.
Si se enferma, visítalo.
Si muere, participa de su entierro.
No construyas tu casa tan alta, de modo que tu vecino se vea privado del viento y el aire, a menos que le pidas permiso.
Si compras frutas, dale algunas a tu vecino.
Si no quieres dárselas, trae a tu casa en secreto la fruta que compraste, para que tu vecino no la vea.
Y no dejes que tus hijos saquen las frutas de la casa, lo que podría enfadar o entristecer
a los hijos de tu vecino.
No molestes a tu prójimo con el olor de la comida de tu casa, a menos que le des un poco a ellos ta mbién.
Bihar al-Anwar, t.79, p.94
Un día lluvioso en el Santuario Sagrado de la honorable Fátima Masuma (s.a)
Del Imam Yawad (P):
“Quien visita la tumba de mi tía, la señora Fátima Ma’suma (P) en Qom, con el amor y el conocimiento de su verdadera posición, será uno de los habitantes del Paraíso.”
Kamil al-Ziarat, pág. 536, hadiz: 827
La fórmula del éxito y la felicidad
Del Imam Yá’far Al-Sádiq (P):
1. Busqué el Paraíso, y lo encontré en la generosidad.
2. Busqué la salud y el bienestar, y los encontré en el retiro y recogimiento.
3. Busqué que pesase la balanza , y lo encontré en testimoniar que no hay más divinidad que Dios y que Muhammad es el Mensajero de Dios.»
4. Busqué apresurar mi entrada al Paraíso, y lo encontré en el trabajo sincero para Dios Altísimo.
5. Busqué el amor a la muerte, y entonces lo encontré en donar los bienes para satisfacción de Dios y en el camino de Dios.
6. Busqué la dulzura de la adoración, y la encontré en el abandono del pecado.
7. Busqué ser blando de corazón, y lo encontré en el hambre y la sed .
8. Busqué la luz del corazón, y la encontré en la reflexión y el llanto.
9. Busqué atravesar con facilidad la puente , y lo encontré en la limosna y la caridad.
10. Busqué la luz del rostro, y la encontré en la oración de la noche.
11. Busqué la virtud del yihad, y la encontré en la manutención de la familia.
12. Busqué la amistad con Dios el Altísimo, y la encontré en la enemistad con los pecadores.
13. Busqué el señorío y la grandeza, y los encontré en buscar el bien para los siervos de Dios.
14. Busqué la serenidad del corazón, y la encontré en la pequeñez de mi riqueza.
15. Busqué las obras valiosas, y las encontré en la paciencia.
16. Busqué el honor y la gloria, y los encontré en la ciencia y el estudio.
17. Busqué la adoración, y la encontré en la templanza.
18. Busqué la calma, y la encontré en la devoción.
19. Busqué la superioridad y la grandeza, y las encontré en la humildad.
20. Busqué la honra, y la encontré en la sinceridad.
21. Busqué la humildad, y la encontré en el ayuno.
22. Busqué la riqueza, y la encontré en la conformidad.
23. Busqué el compañerismo y la hermandad, y las encontré en la lectura del Corán.
24. Busqué la compañía y el diálogo con la gente, y las encontré en la complacencia.
25. Y busqué la satisfacción de Dios, y la encontré en la bondad hacia los padres.
Fuente
Mustadrak Al-Wasâ’il, T 12, P 173-174
LA ADORACIÓN DE ZAINAB (s.a)
La honorable señora Zainab (s.a) pasaba todas las noches rezando y adorando a Dios y nunca dejó de realizar la oración de la medianoche.
Incluso después del suceso de Ashurâ, en la noche décima y decimoprimera del mes de Muharram ella realizó la oración de la medianoche.
Fátima la hija de Husain (P) dice: “En la noche de Ashura, mi tía Zainab adoró a Dios y rezó durante toda la noche mientras las gotas de las lágrimas caían de sus ojos” [1]
La relación entre la señora Zainab (P) y Dios fue tan íntima que el Imam Husain (P) le dijo en el día de Ashurâ: “Hermana mía, no me olvides en tus oraciones de la medianoche” [2]
[1]Sadeqi Ardestani, Ahmad, pág. 106
[2] Zabihul-lah Mahal-lati, Raiahinu Shari’at, tomo 3, pág. 62