Cómo buscar la cercanía a Dios
Con el fin de alcanzar la cercanía a Dios, un creyente usa varios medios; algunos de estos incluyen:
Leer y entender el Sagrado Corán
Recordar a Dios a través de la súplica y la oración
Buscar el perdón
Buscando la cercanía a Dios
El objetivo final del viaje de un creyente es acercarse a Dios, tener una posición con Él que sea especial, es la meta querida y la esperanza de todos aquellos que aman a Dios. La vida en este mundo es un viaje hacia esa meta. Cada acción llevada a cabo, cada hecho realizado es un paso hacia esa dirección. A los seres humanos se las ha otorgado la vida en este mundo, como una oportunidad de lograr la complacencia de Dios, servirlo y adorarlo a Él y lograr la cercanía a Él.
El Sagrado Corán habla sobre los creyentes que disfrutan una posición especial con Dios:
“Ciertamente los creyentes han triunfado y se han salvado. Aquellos que en su oración están atentos y sumisos. Aquellos que se apartan de lo superficial”. .
“En verdad, los creyentes son aquellos que, se menciona a Dios, sus corazones se estremecen y cuando les son recitados Sus versículos éstos les incrementan su fe, y que confían en su Señor”. .
El siguiente Hádiz Qudsi muestra que tan cerca puede estar la relación entre Dios y el ser humano. Dice Dios:
Cuando descubro que una persona me recuerda con frecuencia, cuidaré sus asuntos, me convertiré en su compañía, hablaré con él y seré su amigo íntimo. Cuando se que mi siervo con frecuencia está dedicado a Mi remembranza, haré que desee rezarme y adorarme. Cuando Mi siervo es tal, le impediría cualquier irregularidad cuando decida por ella. Esos son Mis amigos verdaderos. Si intento destruir la tierra y castigar a los hombres, precederé la destrucción y el castigo por su causa.
Súplica del día 15
?اللهُمَّ ارْزُقْنى فيهِ طاعَةَ الْخاشِعينَ، وَاشْرَحْ فيهِ صَدْرى بِانابَةِ الْمُخْبِتينَ، بِامانِكَ يا امانَ الْخآئِفين
al-lâhumma-r zuqnî fîhi ta‘atal jâshi‘în uashrah fîhi sadrî bi inâbati-l mujbitîn bi amânika iâ amânal jâ’ifîn
?¡Oh, Dios mío, incluye en mi sustento en este día la obediencia de los humildes. Bríndame un corazón amplio como el de los arrepentidos, temerosos, sometidos a Ti! Por tu Salvación, ¡Oh, Salvación de los Temerosos!
Reglas de ayuno
*La intención: el ayunante puede poner la intención cada noche del mes de Ramadán para el día siguiente. No obstante, es mejor que en la primera noche del mes ponga intención (de ayuno) para todo el mes.
Dijo el Profeta (la paz sea con él y su descendencia): “Ciertamente las obras dependen de las intenciones y cada cual se recompensará según su intención”
*La abstención: de comer, beber y tener relaciones sexuales desde el alba, hasta la puesta del sol.
Dijo Dios: “Acercaos ahora a ellas y disfrutad de lo que Dios os prescribió, comed y bebed hasta el alba, que podáis distinguir el hilo blanco del hilo negro, luego reanudar el ayuno hasta el anochecer”. (Corán, 2:187)
*El ayuno: es sólo durante un mes al año y en horarios específicos para que no resulte difícil.
Para aquellos enfermos que el ayuno les perjudicaría, se les otorga el permiso de no hacerlo, igual para el viajero, siempre y cuando tenga la intención de recuperar ayuno otros días (de igual número de los días no ayunados). Es una facilidad que nos ofrece Dios por su Misericordia.
Dice el sagrado Corán: “Y quien esté enfermo o de viaje, que ayune un número igual de días, Dios quiere hacérnoslo fácil y no difícil. ¡Completad el número señalado de días y ensalzad a Dios por haberos dirigido! Quizás, así seáis agradecidos”. (Corán, 2:185)
Objetivos el mes de Ramadán
El mes de Ramadán debe servir para purificarnos tanto física, como mental y espiritualmente. Durante el transcurso de este mes estaremos buscando la verdad en nosotros mismos, la luz de Dios, separando nuestros actos automáticos de nuestros hábitos o impulsos. Lo más querido por Dios de sus siervos, es el amor que este le profese. En el mes de Ramadán lo que más ama Dios es el esfuerzo de purificación de su cuerpo y alma, la superación de estados negativos y malignos del ser humano. La purificación de los estados malignos del alma nos permite superar los vicios, como el de olvidar a Dios que es la principal falta que podemos cometer, la soberbia, la codicia, la avaricia la envidia la rebeldía a Dios, los malos pensamientos, la ambición desmedida, los deseos inmoderados, el odio, etc. Todos estos vicios son enfrentados durante el ayuno para ser vencidos.