Reglas de ayuno
*La intención: el ayunante puede poner la intención cada noche del mes de Ramadán para el día siguiente. No obstante, es mejor que en la primera noche del mes ponga intención (de ayuno) para todo el mes.
Dijo el Profeta (la paz sea con él y su descendencia): “Ciertamente las obras dependen de las intenciones y cada cual se recompensará según su intención”
*La abstención: de comer, beber y tener relaciones sexuales desde el alba, hasta la puesta del sol.
Dijo Dios: “Acercaos ahora a ellas y disfrutad de lo que Dios os prescribió, comed y bebed hasta el alba, que podáis distinguir el hilo blanco del hilo negro, luego reanudar el ayuno hasta el anochecer”. (Corán, 2:187)
*El ayuno: es sólo durante un mes al año y en horarios específicos para que no resulte difícil.
Para aquellos enfermos que el ayuno les perjudicaría, se les otorga el permiso de no hacerlo, igual para el viajero, siempre y cuando tenga la intención de recuperar ayuno otros días (de igual número de los días no ayunados). Es una facilidad que nos ofrece Dios por su Misericordia.
Dice el sagrado Corán: “Y quien esté enfermo o de viaje, que ayune un número igual de días, Dios quiere hacérnoslo fácil y no difícil. ¡Completad el número señalado de días y ensalzad a Dios por haberos dirigido! Quizás, así seáis agradecidos”. (Corán, 2:185)
más Acreedor a mi alabanza
¡Alabado sea Dios Quien me hace objeto de Su amor en tanto no tiene necesidad alguna de mí!
¡Alabado sea Dios quien me trata con indulgencia, como si yo no tuviera pecado alguno!
Es así que, ¡mi Señor es lo más Alabado para mí y el más Acreedor a mi alabanza!
no me ha confiado a la gente de modo que me humillasen!
¡Alabado sea Dios fuera de Quien a nadie más ruego!, puesto que, si rogara a otro en vez de Él, ¡no me respondería mi súplica!
¡Alabado sea Dios fuera de Quien no espero nada!, puesto que, si esperara de alguien en vez de Él, ¡defraudaría mi esperanza!
¡Alabado sea Dios Quien me ha confiado a Sí Mismo y de esa manera me ha dignificado, y no me ha confiado a la gente de modo que me humillasen!
y Él satisface mi necesidad!
¡Alabado sea Dios a Quien invoco y me responde, a pesar de ser yo mismo lerdo cuando Él me convoca!
¡Alabado sea Dios Quien me da cuando le pido, a pesar de yo mismo ser avaro cuando Él me pide en préstamo!
¡Alabado sea Dios a Quien apelo por mi necesidad cada vez que quiero,
y con Quien me quedo a solas cada vez que quiero, para manifestarle mis secretos, sin intermediario… y Él satisface mi necesidad!
Si no fuera por Ti no habría inferido lo que eres
¡Dios mío! No me disciplines mediante Tu castigo, ni trames contra mí en Tu argucia.
¿De dónde obtendré el bien, ¡oh mi Señor!, siendo que no se encuentra sino proveniente de Ti?
¿De dónde obtendré la salvación, siendo que no se logra sino a través Tuyo?
Ni aquel que hace el bien deja de necesitar Tu asistencia y misericordia.
ni aquel que hace el mal y tiene la osadía de contrariarte y no te complace se sale de Tu poder.
¡Oh mi Señor! ¡Oh mi Señor! ¡Oh mi Señor!…
Es por Ti que llegué a conocerte. Tú me orientaste hacia Ti y me convocaste hacia Ti.
Si no fuera por Ti no habría inferido lo que eres.