El amor y la misericordia siempre han sido parte de la conducta de los profetas e Imames Infalibles (P). El Profeta Muhammad (PBD) y los Imames (P) nos han mostrado como tratar a las personas amorosamente, de tal manera que incluso, sus peores oponentes se habían impresionado por su comportamiento, y en algunos casos, se arrepintieron de su mal trato hacia el Profeta Muhammad (PBD) y los Imames (P)

Después del fallecimiento del Profeta Muhammad (PBD), el Islam y el califato fueron desviados de su camino correcto. Los valores morales, por los que el Profeta (PBD) había hecho mucho esfuerzo, poco a poco llegaron a ser olvidados y fueron reemplazados con la corrupción e ignorancia.
Tras la muerte de Mu’awiya en el año 60 de la hégira, su hijo Yazid alcanzó el poder y asumió ilegalmente la posición del califato a la fuerza. Durante su gobierno, la corrupción, el pecado y la opresión aumentaron muchas veces más que antes, y alcanzaron incluso a las ciudades santas como Medina. Naturalmente, muchos de los musulmanes de aquel entonces, siguiendo a sus líderes y gobernantes, llegaron a caer en la corrupción y en el pecado. Hay un hadiz que dice “La gente sigue el credo de sus gobernantes” Ahora, si los gobernantes de un país islámico toman vino, y cometen diferentes tipos de pecados, las personas de aquella comunidad serán afectadas por los mismos pecados y corrupciones.
Se ha narrado que después de que Yazid alcanzó el poder, la gente de Medina envió a un emisario a Sham con el fin de conocer a Yazid y su gobierno. El emisario de la gente de Medina, cuando regresó les dijo a su pueblo: “Juro por Dios que Yazid cometía tantos pecados que yo temía que cayera un castigo del cielo sobre nosotros. Él es un hombre que hace adulterio incluso con sus propias madres, hijas y hermanas. Él toma vino y reza.”
Fue por esta razón que el Imam Husain (P) nunca aceptó jurarle lealtad a Yazid, y tenía la intención de realizar una reforma en la comunidad del Profeta Muhammad (PBD). Él Iba a establecer un gobierno islámico donde todas las personas pudieran observar el verdadero significado de la justicia, bien estar y los valores morales.

Los creyentes verdaderos son aquellos que creen en Dios y ponen en práctica Sus mandatos. Ellos creen en el Corán y siguen sus órdenes en su vida. Conocen las obligaciones divinas y las realizan en forma correcta, y al mismo tiempo, luchan en el camino de Dios, y protegen el Islam y sus territorios hasta su último aliento.
Ellos hacen un negocio con Dios, dan todo lo que poseen en Su camino, incluso su vida, y en cambio, solamente buscan Su complacencia. Estas personas son las que pueden sentir verdaderamente la dulzura de la vida en este mundo y en el más allá.
De hecho, no es posible que alguien ignore sus beneficios mundanos y personales, sin que tenga una fe fuerte en Dios. La fe y la búsqueda de la complacencia de Dios dan bastantes motivos al ser humano para hacer auto sacrificio y abnegación y para que pueda soportar los dolores y las dificultades.

Aquellos que tienen miedo a la guerra son los que tienen miedo a la muerte y dudan sobre el martirio. Pero aquellos que anhelan el encuentro espiritual con Dios en el más allá, no tienen ningún miedo a la muerte; sino por el contrario la reciben con los brazos abiertos. De hecho, el secreto del heroísmo excepcional del Imam Husain (la paz sea con él) y sus compañeros durante el Suceso de Ashûra, fue su fe inquebrantable en la vida eterna del más allá.
El Corán describe a aquellos que luchan en el camino de Dios como “El partido de Dios”. Esto incluye a los compañeros del Imam Husain (P) quienes lucharon con el fin de proteger el Islam, y permanecieron leales y obedientes al Imam (P) hasta su último aliento.
Se ha narrado que en la noche anterior al día de Ashûra, el Imam Husain (la paz sea con él) se reunió con sus compañeros, y les dijo: “Yo no conozco mejores acompañantes que ustedes. Mañana es el día de la lucha y yo no exijo nada de ustedes. Les permito marcharse de aquí en la oscuridad de la noche. Aprovechen la oscuridad de la noche y salgan de aquí junto con sus cercanos y compañeros”.
En este instante, Abbas Ibn Alí (la paz sea con él) se levantó y dijo a su hermano, el Imam Husain (P): “¿Por qué lo debemos hacer? ¿Para proteger nuestra vida después de su muerte? Pido a Dios que yo nunca vea aquel día”.
Siguiendo su ejemplo, después de él, los otros hermanos y cercanos del Imam Husain (P) declararon su lealtad expresando palabras similares.
En el día de Ashura, cuando el honorable Abbas (P) vio los cuerpos de los mártires de Bani Hashim y otros mártires, llamó a sus hermanos Abdul-lah, Ya’far y Uzman (que fueron los hijos de Umul Banin) y les dijo: “Oh hijos de mi madre, ¡avanzad adelante! para ver vuestra abnegación en la senda de Dios y Su Mensajero (PBD)”. Ellos se adelantaron en el campo de batalla y al pasar un tiempo fueron martirizados frente a los ojos de Abbas (P).

Algunas personas ignorantes creen que cualquier persona que es elegida por la mayoría de la gente, puede ser el Gobernador legítimo. Ellos, en verdad consideran que el Wilayat y la Gobernación son asuntos otorgados solamente por la gente.
De hecho, tal idea contradice el pensamiento monoteísta. Nosotros creemos que Dios es el que otorga el Wilayat a las personas cualificadas y les establece un Gobierno justo y legítimo. Sin embargo; la gente tiene ta mbién derecho en esta cuestión en la medida en que Dios lo haya prescrito.
Nadie debe negar el hecho de que la participación de la gente es necesaria para fortalecer los pilares del Gobierno; ya que los Gobernantes no podrán ejecutar las reglas gubernamentales sin la ayuda de los demás. El Imam Alí (P) dice en el sermón 3 de Nahyul Balaga, llamado “Sermón de Shisqshiqiya”:
“Juro por el Creador de este Universo que si no me hubieran jurado lealtad incondicional, si la presencia de seguidores y asistentes no me hubiera hecho obligatorio defender la fe, y si Dios Todopoderoso no me hubiera hecho prometer a los instruidos doctores en teología de poner coto a las viciosas y lujosas vidas de los opresores y los tiranos, al igual que intentar reducir el dolor de la pobreza y el hambre de los oprimidos y pisoteados; y si no les hubiera hecho obligatorio el hacer que los fuertes y poderosos devolvieran los derechos usurpados a los débiles, hubiera dejado incluso ahora mismo el Gobierno de este estado y hubiera dejado la cuerda de este barco dentro del mismo (en la anarquía y el caos).”
Sin duda, el Wilayat del Imam Alí (P) fue establecido de parte de Dios, mediante Su Profeta (PBD) y aunque el Imam (P) tuvo la potencia de establecer un Gobierno Islámico, la participación de la gente era necesaria para lograr este propósito en forma efectiva.