El Imam Alí (P), el más virtuoso hombre después del Profeta Muhammad (PBD)
De acuerdo con una serie de narraciones auténticas, se puede afirmar que el Imam Alí (P) fue el más virtuoso hombre después del Profeta Muhammad (PBD). Él tuvo todos los rangos y méritos del Profeta (PBD); a excepción de la posición de la Profecía Divina. Este hecho es mencionado claramente en la narración de Manzalat. La narración de Manzalat es una de las famosas citas del Profeta Muhammad (PBD) aceptada por los Sabios de ambas Escuelas Islámicas; tanto Sunitas como Shiítas, donde se expresa la posición del Imam Alí (P) ante el Profeta del Islam (PBD) y su superioridad con respecto a otras personas.
Esta narración fue narrada por Ibn Abbas entre las más famosas fuentes sunitas como Sahih Bujari y Sahih Muslim y se considera como una narración auténtica y aceptada en todas las Escuelas Islámicas. En este hadiz, se ha narrado que cuando el Profeta Muhammad (PBD) y otros musulmanes se preparaban para partir hacia la batalla de Tabuk, el Imam Alí (P) vino ante él y le preguntó. “¿Puedo acompañarlos a ustedes?”. Y el Profeta (PBD) le contestó que no.
Entonces, el Imam Alí (P) se entristeció y lloró, y el Profeta le dijo: “Tú eres para mí como Aarón para Moisés, salvo que no habrá Profeta después de mí.”
Esta narración además de que se considera una virtud para el Imam Alí (P), alude ta mbién a su Califato y su infalibilidad; ya que en esta narración, el Profeta (PBD) ha establecido para el Imam Alí (P) todas las virtudes y posiciones de Aarón a excepción de la Profecía.
Inmediatamente después de declarar este hadiz, el Profeta (PBD) añadió: “No es conveniente que yo me fuera sin asignarte a ti como mi Sucesor ”.
Es de hacer notar; que además del evento de la batalla de Tabuk, la narración de Manzalat se ha mencionado por el Profeta (PBD) en diferentes tiempos y lugares, y ha sido expresada en siete ocasiones diferentes, y esto confirma la autenticidad del contenido de la narración. Así, vemos que esta misma narración fue repetida por el Profeta (PBD) en el primer pacto de cofradía (antes de la Emigración a Medina), en el segundo pacto de cofradía (cinco meses después de la Emigración a Medina), en la casa de Ummi Salamah, el día cuando el Profeta (PBD) dictaminó que las personas que tuviesen las puertas de sus casas conectadas directamente con la Mezquita del Profeta deberían clausurarlas a excepción de Alí (P), y durante la batalla de Tabuk.
La casa en la que vivían el Imam Alí (P) y la Señora Fátima (P) estaba ubicada al lado de la Mezquita del Profeta (PBD). Esta casa tenía dos puertas; una se abría por dentro de la Mezquita del Profeta (PBD) y fue utilizada cuando la honorable señora Fátima (P) quería rezar en la Mezquita; y la otra puerta se abría en un callejón. Suyuti, uno de los más famosos Sabios Sunitas, escribe en el libro Durr al-Mansur:
El Profeta (PBD) ordenó bloquear todas las puertas de las casas que se abrían en Masyid al-Nabi; a excepción de la puerta de la casa de Alí (P). Tras la emisión de esta orden, algunos musulmanes, entre Ellos Hamza, vinieron ante el Profeta (PBD), se quejaron ante él y le dijeron: “¡Oh Mensajero de Dios! ¿Por qué ordenó cerrar las puertas de las casas de su tío Hamza, Abu Bakr, ‘Umar y Abbas, pero, al mismo tiempo dejó abierta la puerta de la casa de su primo Alí? ¿Por qué lo prefirió a él en vez de a los demás?”.
Cuando el Profeta Muhammad (PBD) se dio cuenta de que sus compañeros se estaban quejando por este decreto, convocó a los musulmanes a que se reunieran en la Mezquita, dio un sermón y después de alabar a Dios, dijo: “¡Oh Gente! Yo no bloqueé; ni abrí ninguna puerta por mi decisión personal. Yo no os expulsé de la Mezquita; ni habité a Alí en ella (por mi propia voluntad). (Todo lo que hice fue por la orden de Dios).
Luego, el Profeta (PBD) recitó las siguientes aleyas de la sura al-Naym:
Juro por la estrella cuando se oculta. Vuestro compañero (el Profeta) no se extravía ni se equivoca. Ni habla de acuerdo a sus pasiones. Él solo trasmite lo que le ha sido revelado.
Esta historia demuestra que el Profeta Muhammad (PBD) no realizaba nada en contra de la voluntad de Dios y la revelación divina, y una de las actividades que se llevó a cabo por la orden de Dios fue la declaración de este hadiz acerca de la posición y superioridad del Imam Alí (P).
Ta mbién, vale la pena mencionar que según una serie de narraciones, el Profeta Muhammad (PBD) durante su viaje de ascensión a los cielos (Mi’ray), vio al Imam Alí (P) en su cercanía. Esto demuestra que la posición del Imam Alí (P) ante Dios, era la más elevada después del Profeta Muhammad (PBD).
La lucha del Imam Hadi (P) contra las sectas desviadas
En la época del Imamato del Imam Hadi (P) habían surgido varias sectas y divisiones en la comunidad islámica; y por lo tanto, el Imam (P) dedicaba una parte de sus actividades a la lucha contra tales grupos extraviados. Al respecto, el Sheij Kulaini escribe en el libro al-Kafi:
Uno de los compañeros del Imam Hadi llamado Ya’fari visitó a Abdurrahman Ibn Ya’qub, quien seguía una secta desviada. Cuando el Imam (P) se encontró con él, le dijo: “¿Por qué visitaste a Abdurrahman Ibn Ya’qub?”
El hombre le respondió: “Abdurrahman es mi tío”.
El Imam (P) le dijo: “¿No sabes que él dice cosas falsas acerca de Dios y Le atribuye las características de las criaturas mortales? Si sigues acompañándolo, debes abandonarnos. Y si quieres acompañarnos debes dejarlo”.
Ya’fari respondió: “A mí no me importan sus creencias. ¿Acaso he cometido pecados si lo acompaño sin seguir sus creencias?
El Imam Hadi (P) le dijo: “¿No tienes miedo de que le caiga a él algún castigo y los aflija a todos ustedes”?
Según este hadiz cuando el extravío y la corrupción moral se expanden en una comunidad islámica, los creyentes deben tratar de eliminarlos. Pero, si no son capaces de luchar contra la corrupción y el extravío, y hay la posibilidad de que ellos mismos se contaminen y caigan en pecados, tendrán que emigrar a un a mbiente mejor y esta era la filosofía de la emigración de los musulmanes durante los primeros años de la aparición del Islam.
En las fuentes islámicas hay narraciones donde los Imames Infalibles (P) han condenado a algunos de sus compañeros por haber seguido a las sectas desviadas. Por ejemplo, se ha narrado que una vez el Imam Hadi (P) dio un discurso para rechazar las creencias del Sufismo. Entonces, uno de los compañeros del Imam (P) le dijo: “¿Acaso debemos rechazar a los sufistas aunque ellos aprueben los derechos de los Imames Infalibles (P)?”
El Imam (P) le dijo en respuesta a ello: “Aquellos que aprueban nuestros derechos no siguen un camino que nos molesta. Todos los sufistas son nuestros oponentes y su camino es distinto que nuestro camino”.
Importancia del conocimiento en la Escuela del Imam Hadi (P)
Con respecto a la importancia de buscar el conocimiento, hay muchos hadices y narraciones que se han relatado por el Imam Hadi (P). Al respecto, Muhammad Taqi Maylisi escribe en el libro Bihar al-Anwar:
Una de las personalidades shiítas tuvo varios debates con los enemigos de Ahlul-Bait (P) y los había convencido y condenado con argumentos razonables. Es por ello; que este hombre vino a visitar al Imam Hadi (P). El Imam (P) estaba en una reunión con un grupo de shiítas y cuando llegó esta persona, él (P) le ofreció sentarse en un lugar dedicado a los invitados especiales.
Al ver este comportamiento del Imam (P), algunos de los shiítas que estaban presentes en aquella reunión le preguntaron al Imam Hadi (P): “Oh hijo del Mensajero de Dios, ¿por qué prefirió a un hombre común a los descendientes de Abu Talib y Abbas, tíos del Profeta (PBD)”?
El Imam (P) les respondió: Les advierto que no sean como aquellos sobre los cuales Dios dijo: “Has visto a aquellos a quienes les fue entregada una parte de la Escritura [Sagrada]? Se les invita a la Escritura de Dios para que juzgue entre ellos, pero parte de ellos dan la espalda y se niegan ”.
Luego, el Imam (P) añadió: “¿Aceptan ustedes los argumentos del Sagrado Corán?” Ellos contestaron que sí.
Entonces, el Imam (P) mencionó la aleya coránica que declara: “¡Oh, creyentes! Cuando se os diga: «¡Haced sitio en las asambleas!» vosotros haced sitio, que Dios os hará sitio . Y cuando se os diga: «¡Levantaos!» Vosotros levantaos y Dios elevará el grado a quienes de vosotros tengan fe y a quienes les ha sido dado conocimiento. Dios está bien informado de lo que hacéis”.
A continuación, el Imam Hadi (P) trajo varios argumentos coránicos para probar la virtud y la superioridad de los creyentes sabios.
Esta historia demuestra que los creyentes más sabios son más virtuosos que los creyentes sin conocimiento, así es como Dios prefiere a los creyentes que a los no-creyentes.
Imam Baqir (P) argumenta con los opositores
Abdullah Ibn Nafi que fue uno de los enemigos del Emir de los Creyentes Hazrat Ali (P), dijo: “Si alguien me puede convencer que Ali tenía razón al matar a los Jawaray Nahawan lo consideraré mi guía, se encuentre donde se encuentre". Entonces alguien le habló de Imam Baqir como el sabio de la época y que seguro él tendría respuesta a su pregunta. Entonces Abdullah y sus amigos se dirigieron a Medina y pidieron entrevistarse con el Imam.
Una vez avisado el Imam de la llegada de Abdullah y sus amigos a y su propósito, invitó a los Ansar y Muhayir compañeros del Profeta y que estaban aun con vida. Una vez todos reunidos dijo:
- El agradecimiento es sólo para el Dios que creó el tiempo y el espacio y todo lo existente y las alabanzas son sólo para el Dios que no siente sueño ni duerme y es dueño de todo lo que hay en el cielo y la tierra… Testifico que no hay divinidad sino Dios y que Muhammad es su siervo y su enviado y doy gracias a Dios que nos consideró merecedores de la profecía y nos otorgó el Imamato sobre la tierra. Ahora -continuó diciendo el Imam- cada uno de ustedes diga en voz alta las virtudes de Ali ibn Abi Talib.
Uno por uno, los presentes recordaron las cualidades de Ali hasta que se tocó el tema de “Jaibar", entonces dijeron “El Mensajero de Dios (BP) en la batalla contra los judíos de Jaibar dijo: “Mañana entregaré la bandera en manos del hombre que quiere a Allah y a su Enviado y Allah y su Enviado ta mbién le aman, es un guerrero que nunca huye de la batalla y mañana no regresará del campo de batalla hasta que Dios le entregue en sus manos la conquista de la fortaleza de los judíos.". Y al día siguiente entregó la bandera al Emir de los Creyentes, Alí, y este valeroso guerrero derrotó a los judíos.”
- ¿Qué dices acerca de esta narración? -preguntó el Imam Baqir a Abdullah ibn Nafi.
- Es cierta, pero Ali después se volvió incrédulo y mató a los Jawary injustamente.
- ¿Es que Dios Todopoderoso sabía que Ali mataría a los Jawaray? Si dices que Dios no sabía entonces eres un incrédulo. Dime, ¿Dios amaba a Ali porque obedecía sus órdenes o porque no las obedecía y pecaba?
- Porque obedecía sus órdenes. (O sea; si en el futuro hubiese sido pecador Dios el Sapiente lo hubiese sabido de antemano y nunca entonces le hubiese amado, pues es claro que matar a los Juwaray fue una orden del Todopoderoso).
- Levántate que no tienes respuesta que dar. -le ordenó el Imam.
Abdullah se levantó y pronunció la siguiente aleya. “…hasta que, en la alborada, pueda distinguirse un hilo blanco de uno negro…” (o sea; que la verdad siempre se muestra clara como un amanecer) y continuó “… pero Allah sabe bien a quién confiar su mensaje…"” (sura, 6:124)
El carácter del Imam Baqir (P)
Se cuenta que un hombre de Siria que vivía en Medina iba constantemente a la casa del Imam para soltarle todo su odio: “…en el mundo no hay nadie que más aborrezca que a tí y no hay nadie con quien yo sea enemigo fuera de tí y tu familia. Siendo tu enemigo obedezco las órdenes de Dios, de su Enviado y del Emir de los Creyentes y si visito tu casa es porque eres hombre elocuente".
A pesar de lo que decía, el Imam era paciente con él y le hablaba con afecto. No pasó mucho tiempo que el hombre sirio enfermó y viendo la muerte cerca perdió las esperanzas de vivir, entonces, testamentó que en caso de que muriese el Imam Baqir llevase a cabo la oración del difunto para él.
Llegó la media noche y sus familiares lo encontraron muerto, muy temprano uno de sus familiares fue a la mezquita en busca del Imam, éste ya había realizado su oración del alba y estaba sentado recitando súplicas y ruegos como era su costumbre después de que terminaba la oración.
- El hombre sirio nos ha abandonado y su último deseo fue que usted realice la oración del difunto para él. - dijo el hombre.
- El no ha muerto… Esperen hasta que yo venga. -contestó el Imam.
Se levantó y tomó nuevamente la ablución y realizó una oración de dos ciclos (rakats), entonces levantó sus manos al cielo y suplicó, después se postró y colocó su frente sobre la tierra y permaneció en esta posición hasta que salió el sol, que fue cuando se dirigió a casa del sirio y se sentó en la cabecera de su cama, lo llamó y él respondió. Después el Imam lo ayudó a que se sentase y colocó un almohadón en su espalda y le dio algo de beber diciéndole a sus familiares “denle de comer comidas frías” y se retiró.
No transcurrió mucho tiempo que el sirio se curó y vino a ver al Imam.
-Atestiguo que tú eres la prueba de Dios para los hombres…, dijo solo verle.